Todos los que crecimos en los años 80 recordamos con cariño el Super CinExin, un juguete que consistía en un proyector pequeño y que incluía varias cintas en formato súper 8, normalmente de películas de la factoría Disney. Salido al mercado en los 70, amenizó muchas tardes de nuestra infancia en una época en que aún no era habitual tener una sala de proyección en casa. Por eso, la idea de la sencillez del sistema CinExin ha inspirado estos criterios de selección de proyectores baratos para el hogar que os presentamos a continuación.

Cómo vivir el cine de los 80’s hoy

El cine, aceptémoslo, cada día está más caro. En los canales de televisión en abierto suelen poner las mismas películas en bucle durante semanas y, aunque optemos por suscribirnos a plataformas de pago como Netflix o HBO, hay que admitir un hecho terrible: las películas de hoy, muchas veces, no son cómo las de antes.

Esas maravillosas películas de los 80, desde las sagas de Star Wars, Indiana Jones o Rambo a las películas para toda la familia de los sábados por la tarde, desde Cocoon o ET a El club de los cinco o El club de los poetas muertos, ya no acostumbran a estar tan presentes en las parrillas televisivas como solían. Y es por eso que tener un proyector en casa puede ser una gran opción para compartir las pelis de nuestra infancia y adolescencia con las generaciones venideras.

Los proyectores actuales son pequeños, compactos y capaces de proyectar una imagen nítida sobre cualquier superficie blanca y plana, como lo fue en su época el CinExin, pero también son compatibles con formatos de imagen muy diversos. Así pues, tanto os pueden valer para ver la última de Tarantino en Blu-Ray como para recuperar vuestro reproductor de video Beta o VHS del trastero y oír a Terminator decir “Sayonara, Baby”, una vez más.

Sin embargo, aunque son versátiles, los más baratos son bastante más recomendables para películas antiguas o formatos de baja resolución, ya que su tecnología, muy básica, proyectará con más facilidad las imágenes granuladas de los Gremlins convirtiéndose en esos bichejos asquerosillos y rebeldes si les dabas de comer después de medianoche que una escena digitalizada de El Señor de los Anillos.

Basta con que seleccionéis el proyector más adecuado a vuestras necesidades y presupuesto, atendiendo al nivel de ruido, el tamaño, el precio y la resolución. Quién iba a deciros que por un precio que, en algunos casos, ni siquiera llega a los 100€, tendríais un cine en el salón, ¿verdad? Realmente, para los más nostálgicos puede ser un regalo perfecto.