En 1975, una película de presupuesto de Universal Pictures llamada Tiburón desbordó las taquillas de todo el mundo gracias a sus efectos especiales, muy avanzados a la época. Su director era prácticamente un desconocido que hasta aquél momento sólo había rodado un largometraje poco comercial y un par de capítulos de series de televisión, pero ese éxito le lanzó al estrellato: en la década siguiente, sus películas recaudarían millones, convirtiéndolo en uno de los directores y productores más conocidos del mundo. Se llamaba Steven Spielberg, hoy en día muchos quieren llegar a ser como él.

Cómo ser como Spielberg

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Steven spielberg, filmmaker por excelencia de los 80

La carrera de Steven Spielberg ha sido larga y prolífica. Entre los filmmakers, su trabajo le ha supuesto un gran reconocimiento, especialmente a lo largo de los años 80, cuando su manera de filmar creó escuela.

Para empezar, y gracias a su amistad con George Lucas, pudo disponer de una gran estrella como Harrison Ford, en el candelero gracias a La Guerra de las Galaxias, para revivir el cine de aventuras de la época dorada de Hollywood con la trilogía de Indiana Jones, cuya primera entrega, En busca del Arca Perdida, se estrenó en 1981.

Tras este gran éxito llegarían E.T., que cautivó los corazones de millones de niños y adultos y se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos (título que no perdería hasta la llegada de Jurassic Park, también de Spielberg, en 1993), y las conocidísimas Gremlins y Regreso al Futuro, además de Poltergeist, una película de terror paranormal cuyo rodaje estuvo rodeado de tanta muerte y desolación que se creó cierta leyenda negra sobre ella.

Pero la verdadera consagración de Steven Spielberg como cineasta vino de la mano de dos películas dramáticas, carentes de efectos especiales y centradas en el desarrollo de la acción y la evolución de los personajes.

La primera fue El color púrpura, se estrenó en 1985 y nos reveló el gran talento del director para la dirección de actores, con un fabuloso cara a cara entre Whoopi Goldberg y Danny Glover. La segunda, El imperio del sol, supuso la presentación de un jovencísimo Christian Bale delante del público. Entre ambas supusieron 10 candidaturas a los Oscar, media docena a los Globos de Oro y multitud de nominaciones a otros premios.

El cine de Spielberg cambió la manera de rodar las películas de ciencia ficción, pobló el imaginario colectivo de mundos nuevos, no sólo mediante sus propias películas, sino también con tantas otras a las que prestó apoyo financiero o técnico (desde los Goonies a El chip prodigioso o Joe contra el volcán), cosa que seguiría haciendo en los años siguientes.

A continuación os dejamos el trailer de El chip prodigioso: