Si bien hoy en día podemos hacer todos los trámites bancarios vía online, en los años 80 todo era muy distinto, era necesario acercarse a la sucursal para hacer cualquier trámite, para saber cuál era el saldo, para consultar el cbu (número de cuenta) o para hacer transferencias entre otros muchos.

Historia de los bancos en los años 80’s

Ir a los bancos en los años 80’s era muy distinto a la época actual, era muy habitual ir al banco y tener que esperar largas colas, no en vano, el sector bancario ha experimentado una transformación plena en los últimos 35 años, siendo las entidades del BBVA y del Banco Santander, las que han logrado marcar un camino directo a la internacionalización.

Los productos bancarios en los 80’s estaban basados en libretas, depósitos y en la concesión de los primeros créditos personales. Lo habitual era que los clientes eligieran un banco y siguieran con él hasta el fin de sus días, nada que ver con la banca hoy en día, donde tenemos cuentas en diferentes entidades.

En los 80’s fue el BBVA uno de los bancos que marcó la diferencia, junto al Banco Santander. Los presidentes de los bancos eran hijos del régimen y, aunque recibieron bien la democracia, si existía un cierto recelo a las nuevas fuerzas políticas que movían todo el cotarro.

Los siete grandes (Banco Hispano, Central, Banesto, el Popular, el Vizcaya, el Bilbao y el Banco Santander) controlaban cerca del 80% de todo el dinero de la banca. Una gran concentración de poder que se vio en apuros con la crisis del petróleo que hizo que desaparecieran 52 bancos de los 106 que había. Fue una época difícil, donde el paro y la hiperinflación estaban muy presentes.

En el año 85 se permitió que las entidades de ahorro pudieran abrir sus oficinas dentro de las comunidades autónomas a la que representaban y en el año 1988 se autorizó a que se pudieran abrir por todo el territorio español. La llegada en junio del año 1987 de las letras del Tesoro, también ayudaron a que la deuda pública adquiriera un papel más sofisticado.

Por otro lado, el crecimiento de las entidades bancarias ayudó a que aumentara la competencia y se tratara de ofrecer menores costes y una mayor rentabilidad.