Todos los nostálgicos y nostálgicas recordamos muchos de los juegos a los que pasábamos horas y horas, con la familia o los amigos. Dentro de los juegos para niños, siempre han destacado los juegos de mesa, donde siempre había una gran variedad de propuestas para todos los gustos. Desde los tradicionales juegos didácticos para aprender creciendo, hasta aquellos que podían transportarnos a otros mundos y vivir un sinfín de aventuras.
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Algunos juegos de mesa de los ochenta

Si hablamos de los juegos de mesa de los ochenta, podríamos estar mucho tiempo haciéndolo dado que había infinidad de títulos diferentes. Uno de ellos era el Cluedo, un juego que ya existía antes del inicio de la década de los 50 en Estados Unidos, pero que con el tiempo se fue renovando, aunque la mecánica era la misma. ¿Lo recordáis?

Para tener éxito en este juego, todos los participantes debían tener algo en común, razonamiento, lógica y prestar atención a todos los detalles. El juego consiste en descubrir quién es el asesino en una reunión que se ha llevado a cabo en una mansión. Además, también hay que adivinar qué arma ha utilizado y en qué habitación de la casa ha sucedido el crimen. Las pistas se consiguen haciendo preguntas al resto de jugadores.

¿Quién es quién? es otro de los muchos juegos que pudimos disfrutar durante la década de los ochenta y lo cierto es que era muy divertido y les encantaba a los más peques de la casa. Una de las ventajas que tenía es que con la práctica se conseguía agilizar la memoria y la lógica.

Se jugaba a partir de los 6 años y aunque era muy sencillo, a toda la familia le encantaba. Había dos tableros con unas fichas con diferentes personajes y había que hacer una pregunta al otro equipo sobre si el personaje que se buscaba tenía gafas, el pelo blanco, era hombre o mujer, etc. Ganaba quien acertaba el personaje.

Scrabble era otro interesante juego en el que se aprendía mucho vocabulario mientras se jugaba. Se jugaba en un tablero sobre el cual se iban colocando letras para hacer palabras que se iban cruzando entre sí. Cada letras tiene un punto que se iba multiplicando dependiendo de la zona del tablero sobre la que se colocaba.

Dentro de los muchos juegos infantiles también podíamos encontrar En Busca del Imperio Cobra, donde el objetivo de cada jugador era robar el Ojo Mágico de la Reina Cobra. No sería fácil y cada jugador comenzaba en una isla, cada una con sus características y peligros diferentes que había que librar para poder llegar a la isla donde estaba la Reina Cobra.

Para ello, contaríamos con la ayuda de los dioses, quienes nos permitirían conseguir diferentes elementos de importancia para poder ganar la batalla final.

¿Os acordáis de estos juegos?