Uno de los recuerdos más presentes que tengo en mi memoria sobre los años ochenta siempre han sido la música y la televisión. En lo que conocemos cariñosamente como “caja tonta” muchos hemos vivido interminables y apasionantes aventuras con nuestros actores favoritos o series que nos llenaban de una forma u otra y con las que a veces nos identificábamos y donde otras veces nuestro sueño era llegar a ser como uno de sus protagonistas.

Y si de sueños hablamos hoy vamos a recordar una de las series infantiles recordadas con más cariño por todos aquellos que pertenecemos a esa generación (y anteriores) Nos vamos a finales de los ochenta, exactamente a 1988, año en el que hacía aparición, en la omnipresente TVE, una serie, que aunque corta, logró cautivar el corazón de muchos de nosotros, “El Cuentacuentos”.

Aspecto del DVD original de la serie

Esta serie venía con un sello de calidad de gran importancia como es Jim Henson, el padre de muchos de los muñecos y marionetas que vimos en la gran pantalla y la televisión de nuestra infancia, “Cristal Oscuro”, “Teleñecos”, “Fraggle Rock” y un montón de series más.

Esta serie contaba con tan solo 9 episodios y en cada uno de ellos el Cuentacuentos nos adentraba en una historia diferente con su moraleja, pero llevados de una forma realmente mágica. Nos introducía el capítulo el propio Cuentacuentos con su voz pausada y cálida, a éste, le acompañaba un perro que podía hablar y daba un toque de humor a cada capítulo y después de la presentación nos sumergíamos de lleno en lo que era la historia en sí.

Cuentos europeos llevados magistralmente a la televisión gracias a la magia de Jim Henson; con unos efectos especiales muy cuidados y con unos guiones capaces de absorber al más indiferente. Todo ello llevado con mucho mimo, para que el espectador conociese la historia sin agresividad, haciéndonos olvidar cualquier problema o preocupación al menos durante unos instantes.

Escena de «Juan Sin Miedo»

Estaba protagonizada por John Hurt como Cuentacuentos y posteriormente pasó a ocupar su puesto Sir Michael Gambon, quien también le dio el toque ideal que permitía que este personaje nos abriese las puertas de mundos inimaginables, hoy lejos de violencias, metamorfosis, pokemons y efectos especiales al más puro estilo Hollywood, todo ello acompañado de una banda sonora que para muchos nos ha sido imposible olvidar.

En definitiva, una serie irrepetible, magnifica y realmente digna de recordar y que os invito a que si podéis, os la compréis en DVD y la enseñéis a vuestros hermanos pequeños, donde veréis un producto hecho con mimo y cariño, enfocado al público infantil y donde también notaréis la diferencia entre lo actual y lo que muchos se han perdido.