Cuando pensamos en deportistas de los años ochenta seguro que nos vienen a la cabeza nombres como Sergei Bubka, Alexander Dityatin, Carl Lewis o Kareem Abdul Jabbar entre muchos de los deportistas de las diferentes disciplinas que existen. Pero… ¿por qué solamente nos acordamos de los más populares? Seguro que si os digo el nombre de Steve Redgrave muchos no le conozcáis y una de las razones es porque este hombre practicaba un deporte minoritario, el remo.

Pero no por ello este fantástico deportista ha dejado de ser un mito. Steve Redgrave ha sido el único remero que ha sido capaz de proclamarse campeón olímpico en nada menos que cinco Juegos consecutivos, desde 1984 hasta el 2000. ¿Increíble no?

Steve Redgrave con una de sus medallas de oro

Todo comenzó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984 en la prueba de equipos; los cuatro años posteriores se impuso en la disciplina de parejas, dos con Andy Holmes y otras dos con Matthew Pinset y ya en el 2000, como si fuera su despedida, repitió el oro por equipos. Y esto no fue todo, Steve se colgó otros nueve oros en diferentes Campeonatos del Mundo de Remo y también una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988

Hay que tener en cuenta que Redgrave pudo haber formado parte del equipo británico de remo que compitió en los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980, pero a causa del boicot político por las diferencias entre los grandes países capitalistas y los soviéticos a causa de la invasión a Afganistán, la participación se vio bastante reducida.

En plena competición (izquierda)

Aunque otros deportistas de elite como Carl Lewis o Al Oerter llegaron a conseguir oro en cuatro ediciones cada uno, hay otro más desconocido que llegó a conseguir siete oros, pero ya nos tendríamos que remontar hasta los años 1932 y 1960, donde Aladar Gerevich se alzaba como un auténtico maestro del sable.

Este ha sido nuestro modesto homenaje a uno de los deportistas más laureados de los años ochenta pero que no todo el mundo llegaba a conocer por practicar éste una disciplina minoritaria, pero que por ello no iba a dejar de estar en el Olimpo de los mejores atletas del mundo.