Lo sé, los dibujos animados de los que voy a hablar hoy no fueron lanzados en la década de los ochenta, son anteriores, pero seguro que muchos de vosotros pudisteis ver alguna de las reposiciones que se fueron sucediendo durante todos los años ochenta. ¿Os acodáis de los Barbapapa?

Estos seres eran realmente extraños dado que podían adoptar cualquier forma que se les ocurriese y podían realizar cualquier figura. La familia estaba compuesta por Barbapapa y Barbamama, los cuales tenían nada menos que siete hijos, Barbalala, Barbazoo, Barbalib, Barbarella, Barbabravo, Barbabello y Barbaluz.

La familia Barbapapa al completo

Cada personaje tenía su propio carácter, Barbalib era de color naranja, una auténtica intelectual con carácter difícil y un buen sentido del humor. Barbalala era de color verde, una verdadera amante de la música, poseía un carácter soñador y pacífico y sabía tocar todos los instrumentos musicales. Barbazoo era el de color amarillo, era un especialista en ciencias de la naturaleza y siempre estaba dispuesto a ayudar a todo aquel que lo necesitase.

Barbabella era el color violeta y la más presumida de todos. Barbabravo era de color rojo y era un amante del deporte además de tener vocación de investigador. Barbabello era de color negro y algo peludo, le gustaba la pintura y el arte en general. Y finalmente Barbaluz, era color azul y le apasiona todo lo relacionado con las estrellas y el universo.

Algunas de las escenas de la serie

Seguro que en alguna ocasión más de uno se sintió identificado con algún miembro de esta familia donde siempre destacaba la positividad con la que afrontaban todos sus retos diarios. En definitiva, una serie que entretuvo a los más pequeños de aquella época (y otras) y de la que muchos productos de merchandising inundaron nuestros kioskos favoritos, desde libros, cómics, muñecos, juguetes o los populares huevos de Pascua. ¿Los recordáis?