Las actividades extraescolares eran una de las cosas que más me gustaban del colegio. A mí me tocó hacer E.G.B y tenía pues las clásicas materias de estudio, sobre todo en 6º, 7º y 8º, es decir, sociales, naturaleza, matemáticas, lenguaje y todo eso. Obviamente unas me gustaban mucho y otras las odiaba a muerte, pero lo que más me gustaba de mi época de colegio eran las actividades extraescolares.

Qué gusto me daba cuando llegaban las cinco de la tarde y dejaba de ver a los profes para salir a correr como un jíbaro nada más salir del edificio en dirección al patio. Recuerdo que como siempre fui un niño que no podía dejar de estar quieto, me apuntaba a todo lo que me podía apuntar y siempre tenía las tardes ocupadas.

Si no era los deportes, atletismo o voleibol, era fotografía, ajedrez o pirograbado, y eso cuando no asistía a la biblioteca o al cine del colegio. Sí, aunque era público, mi colegio contaba con cine, otra cosa era que pusieran películas decentes, solo recuerdo películas de chinorris haciendo kung-fu y repartiendo a diestro y siniestro.

Uno de los juegos que se podían hacer en estas actividades

Otro momento donde también me lo pasaba en grande era durante las fiestas del colegio, donde todos los estudiantes del centro competían en las absurdas pero tradicionales pruebas como la carrera de sacos o lanzamiento de balón medicinal entre otras.

Pero las que más me gustaban eran unas donde se metían unas cuantas monedas de cinco duros e incluso de cincuenta y de cien pesetas en una palangana llena de merengue y tenías 10 segundos para coger las que pudieses con la boca y teniendo los brazos pegaditos a la espalda.

¿Una moneda en la boca? Si amiguitos, si. Por aquel entonces no todo el mundo pensaba en los gérmenes tanto como ahora o en las condiciones insalubres de los patios de los colegios, donde nos rompíamos las rodillas a base de bien, pero que nos lo pasábamos como los indios.

¿Cómo eran tus actividades extraescolares?