Si hace unos días hablábamos de Daley Thompson como el mejor declatleta de todos los tiempos, hoy vamos a recordar a uno de los grandes nadadores de toda la historia, el primer hombre en nadar los 1.500 metros en menos de 15 minutos. Algo que a priori puede no sorprender demasiado pero si tenemos en cuenta que allá por 1922 el atleta y posteriormente actor Johnny Weissmuller fue el primero en bajar del minuto en los 100 metros, podemos hacer la comparación y darnos cuenta del logro que hizo el fantástico deportista del que vamos a hablar en esta ocasión, Vladimir Salnikov.

Nació el 21 de mayo de 1960 en Leningrado, actualmente San Petersburgo, era hijo de un marinero y la tradición del agua se podría decir que la llevaba en la sangre, dado que siendo muy joven entró en la Escuela de Deportes de Erkan, donde pronto pasaría a estar bajo la tutela de uno de los grandes entrenadores soviéticos, Igor Koshin, quien se caracterizaba por incorporar música clásica en los entrenamientos de los deportistas.

Celebrando una de sus victorias

Salnikov pronto comenzó a despuntar gracias sobre todo a su excepcional físico que fue cultivando poco a poco y con apenas 16 años ya medía 1,86 y pesaba 80 kilos de “pura fibra”, una complexión que le llevo a los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 donde termino en quinta posición, sorprendiendo por su edad y por su estilo, y porque apuntaba maneras.

En 1980 se presentó en los Juegos Olímpicos de Moscú, que como ya comenté en el post dedicado a este evento deportivo, los norteamericanos y aliados no se presentarían. Algo que hizo más fácil que el “Expreso de Leningrado” (sobrenombre con el que se le conocía) se alzase con tres medallas de oro en las tres pruebas a las que se presentó.

Pero no solo fue el oro sino que el 22 de julio en la final de los 1.500 metros, Salnikov rompió uno de las barreras de la natación, consiguió superar esa prueba en menos de 15 minutos, haciendo un crono de 14:58:27, toda una proeza deportiva que le catapultaron directamente al Olimpo de los atletas, una victoria realmente apabullante que hizo que el segundo clasificado, su compatriota Aleksandr Chayev llegase en un tiempo oficial de 15:14:30, lo que nos puede dar una idea del increíble potencial físico que Salnikov tenía.

En plena prueba de los 1.500 metros

Esta proeza le encumbró como uno de las estrellas de las Olimpiadas de Moscú 1980 junto a otros nombres como Alexander Dityatin, Sebastián Coe o Teófilo Stevenson, de quienes hablaré en otra ocasión.

Nosotros vamos a hacer una pausa y en la siguiente entrega seguiremos recordando la increíble progresión del que fue conocido como “El Expreso de Leningrado”.