En los siguientes años siguió dominando con gran superioridad en las diferentes pruebas de larga distancia, volviendo a batir varias veces sus propios records mundiales, incluido el de los 1.500 metros que tanto le costó ganar y lo haría en dos ocasiones más, las dos en Moscú; una en 1982 con un crono de 14:56:35 y la segunda un año más tarde con 14:54:76, un registro que se mantuvo vigente hasta que en 1991 el alemán Jörg Hoffmann lo batiese en los Campeonatos Mundiales de Perth, en Australia.

Siempre con su característica sonrisa

En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984 la Unión Soviética no tendría presencia a raíz del boicot norteamericano a la edición olímpica anterior celebrada en Moscú, algo que fue un duro varapalo para Salnikov que en el hipotético caso de presentarse, estaría considerado como uno de los favoritos a hacerse con el oro.

Desde aquel mismo año su carrera comienza a ir cuesta abajo y en parte a causa de diferentes problemas físicos y a diversos problemas internos con algunos dirigentes del deporte de su país. Algo que impidió que participase en los europeos de 1985, aunque se presentó a los Campeonatos Mundiales de Madrid de 1986 pero no llegó a subir al podio como se esperaba.

Pero Salnikov seguiría intentando salir de ese bache presentándose de nuevo a los europeos de Estrasburgo de 1987 donde ni siquiera logra pasar a la final de los 1.500, su mejor especialidad y con ello la sombra de la retirada comenzaba a ceñirse sobre el de Leningrado.

Pero algo ocurrió y se produjo un cambio, Salnikov sabía que su reinado estaba en la recta final y tenía una oportunidad más para redimirse, los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, para lo que se entrenó duramente todos los días durante seis meses.

Momentos después de una de las rondas clasificatorias

Cuando llegó la cita olímpica al país asiático Salnikov contaba ya con 28 años, una edad no demasiado adecuada para aspirar a la medalla de oro, dado que había muchos nadadores jóvenes con muchas ganas de llegar a lo más alto y que gozaban también de una gran forma física.

En las primeras rondas eliminatorias hizo un segundo mejor tiempo colocando al crono en 15:07:83 aunque otros nadadores también se acercaban a esa marca, lo que supondría una final de lo más reñida.

¿Lograría Salnikov hacerse con el preciado metal y redimirse de sus anteriores fallos?

Continuará…