Televisores de plasma, LCD, Internet en la propia televisión, mandos a distancia con mil y una funciones diferentes… todo ha cambiado y atrás quedan aquellos televisores en color, de tubo, con caja de madera y que tantas y tantas horas nos entretuvieron, tanto a nosotros como a nuestra familia.

Echando la vista atrás vamos a recordar una marca no demasiado conocida, Werner, precisamente, así era el slogan con el que se presentaban en los medios y donde nos explicaban qué tenían de especial sus televisores.

Así es como en Werber aplicamos la electrónica: Precisamente. Por eso hemos conseguido que nuestro televisor haga por usted el ajuste idóneo de color. El secreto es un microprocesador que, electrónicamente, selecciona la imagen hasta su ajuste perfecto”.

Aspecto del mítico televisor Werner

Y eso no es todo. Este microcerebro memoriza esa imagen ideal para que, con sólo pulsar un botón, usted pueda recuperarla con la misma precisión, en cualquier momento y sin necesidad de tocar los mandos. Precisamente Werner ha conseguido la Wenervisión, un color muy preciso”.

Obviamente, además de que esta clase de televisión no tendría ningún éxito, nada más que en los círculos ochenteros y lo más kitch, la publicidad tampoco tendría cabida en los medios de hoy, por eso he querido rescatar este anuncio y a esta televisión del baúl de los recuerdos.

¿Alguno de vosotros lo tuvo o pudo cacharrear con él? ¿Qué tal era?