¿Qué recordáis de vuestro paso por la E.G.B? Seguro que muchos de vosotros diréis que los compañeros, las bromas, el primer beso, los castigos de los profesores, vuestro primer sobresaliente o vuestro primer suspenso en la vida de estudiante. En fin, son tantos y tantos recuerdos que esta entrada podía ser interminable.

Pero tengo la completa seguridad que os acordáis de vuestro plumier o estuche, de las cerbatanas que hacíamos con los bolígrafos Bic, las gomas de borrar Milán y de toda aquella retahíla de lápices, ceras y demás utensilios con los que dar color a las láminas de la asignatura de plástica o dibujo.

Lapiceros Alpino para los “pros”, ceras Plastidecor para todo el mundo y rotuladores Carioca para subrayar, marcar o incluso colorear, eran el elemento más híbrido a la hora de poner el toque de color a cualquiera de nuestras libretas e incluso a la mesa de nuestro compañero o compañera.

La caja original de rotuladores Carioca

Estaba la cajita de seis unidades, con lo justo para sacarte de un apuro, o los más afortunados tenían la supercaja de 36 colores de lo más variopinto, seguro que muchos de ellos no los llego a usar nadie en su vida, nada más que para probar a ver qué tal quedaban en un dibujo o cosas así.

Más de uno y de una pataleó hasta la saciedad hasta conseguir esta codiciada caja, que se solía ver con frecuencia en los inicios del curso porque a finales ya solo quedaban esos colores que nadie quería como el color carne o el gris. Había muchos otros que eran muy conservadores y aún los mantenían del año anterior o heredados de sus hermanos o hermanas mayores.

¿Vosotros también tuvisteis los rotuladores Carioca?