Entre el 25 de marzo y hasta el 10 de junio de 1982 se emitió en Televisión Española una de las series más recordadas de la primera mitad de la década en nuestro país, Los gozos y las sombras, aunque no solo se limitó el éxito a España, sino que fue exportada a diferentes televisiones de otros países donde destacan Uruguay y Argentina entre otros.

La serie estaba inspirada en la novela homónima del escritor Gonzálo Torrente Ballester, quien supervisaría personalmente la adaptación televisiva de esta famosa serie inspirada en la Galicia de los últimos tiempos de la Segunda República Española.

Nos sitúa en la imaginaria villa de Pueblanueva del Conde, en algún lugar de las populares rías gallegas allá entre los años 1934 y 1936, poco antes del estallido de la Guerra Civil Española, zona que poco a poco va viendo cómo la España de aquel entonces va sufriendo diferentes cambios socio-económicos y políticos que se alejan bastante de lo que estaba acostumbrada la población.

Una de las escenas de la serie

Esto da paso a la aparición de nuevos y acaudalados terratenientes que van dejando en un segundo plano a los dueños de las tierras de la zona, hasta entonces los personajes más importantes del lugar y también a la aparición de los astilleros, relegando a la flota pesquera tradicional de entonces.

Todo el pueblo, descontento con la situación, esperan con ansia el regreso de Carlos Deza, último descendiente de los Churruchaos, familia que mandó en la villa desde hace cientos de años y de quien esperan que expulse a Cayetano Salgado uno de los ricos terratenientes recién llegados a Pueblanueva del Conde y que hace y deshace a su antojo gracias a su posición económica.

Además de esta trama, en la serie, de 13 episodios, podremos entrever una crónica muy bien llevada sobre las vivencias de algunas de las últimas familias rentistas de Galicia, quienes son testigos de primera mano del despegue de la nueva industria y de la llegada de esta clase de personajes como Cayetano Salgado, que no hacen más que augurar bruscos cambios en su propia vida.

¿Os acordáis de ella?