Hace unos días, recordando las series de dibujos animados que tantas y tantas veces veía en TVE, me vino a la mente un flash un poco nebuloso sobre una donde aparecía un personaje que llevaba un monóculo, había una mala malísima y era en plan fantasía y ciencia ficción. Al final di con ella: La corona mágica. La serie fue creada por Juan Ramón Pina, quien también asumía el rol de director y guionista, fue producida en Estudios Filman, tuvo una temporada única de 26 episodios y el primero de ellos se emitió el 21 de octubre de 1989.
Esta fue una de las muchas series de animación que se hicieron en España, tiempo en el que se hicieron muy buenos productos, aunque también cosas horribles que no había por dónde cogerlas. En La corona mágica nos transportábamos todos los sábados después del Telediario a un mundo de fantasía lleno de aventuras.
Era el Sistema del Doble Sol, con un montón de planeta y lunas. En Brigabor, el tercero de los planetas, todos sus habitantes vivían en paz, junto al rey Brigal y el príncipe Zalk. Con ellos está Rahman, el mago del reino que tiene la misión de guardar la corona mágica, encargada de mantener la paz en el Sistema del Doble Sol.
Ese objeto era codiciado por una bruja llamada Idún, quien mediante el comandante de sus ejércitos, el visir Zohak, intentarían conquistar Brigabor y hacerse con la ansiada corona. El príncipe Zalk será quien se encargue de luchar contra esta bruja, para que la paz siga reinando en este mundo.
Quizá no fue de las series más conocidas pero seguro que si erais unos adictos a la televisión recordaréis aquella música tan tranquila pero pegadiza que tenía la serie o quizá a alguno de sus personajes más carismáticos.
La mejor serie de dibujos animnados de mi infancia. ¡Sin duda!
Las de noches que soñé que era una personaje más 🙂
Al ver la imagen me acordé, yo veia esta serie! y me encantaba. Recuerdo algo de los personajes, mucha fantasía futurista, dibujos bastante realistas. Qué tiempos cuando tenías tiempo libre del colegio y veias la tv y te ponias a ver los dibujos, era un momento en que te adentrabas en la serie sin saber cómo y el tiempo parecía que no pasaba tan rápido como ahora lo estamos notando.
Era un momento para tí, un momento de disfrute, se echa de menos momentos así y sensaciones así, sobretodo siendo niño que no tienes encima la carga de cosas y asuntos que puedes tener de adulto y la vida se toma de otra manera. Quizás por eso los adultos sentimos esa añoranza.