Proseguimos conociendo más cosas sobre la carrera de este estupendo corredor de medio fondo que ha dado Marruecos, Said Aouita, quien entre los años 1986y 1987 siguió ganando todas las carreras en las que participó y pocos o muy pocos podían acabar con el tremendo potencial físico con el que contaba este fantástico atleta.

Tan solo tuvo una derrota entre aquellos dos años, fue exactamente en los Juegos Mediterráneos de Latakia de 1987 en la prueba de los 3.000 obstáculos, algo en lo que Aouita no era especialista y donde cayó contra el corredor italiano Alexandro Lambruschini.

En 1987 volvió a batir dos récords mundiales, primero fue el de los 2.000 metros en París, arrebatándoselo al británico Steve Cram, con un crino de 00:04:50:81 y apenas una semana después en Roma, se convirtió en el primer hombre en bajar de la barrera de los 13 minutos en la prueba de los 5.000 metros, con un crono de 00:12:58:39

La clásica imagen del corredor, siempre en primera posición

La misma ciudad sería el escenario donde pocas semanas después se proclamase campeón mundial de los 5.000 metros, lo que sería su único título mundial al aire libre.

Ya en 1988 comenzaría su declive, dado que Aouita comenzó a buscar nuevos retos, quizá un poco cansado de ser siempre el ganador absoluto en todas las pruebas y dejó los 5.000 metros para probar suerte en las olimpiadas en los 800 y los 1.500 metros.

Pero aunque pueda parecer lo contrario en un atleta acostumbrado a correr 5 kilómetros prácticamente como una verdadera exhalación, la final de los 800 metros le resultó realmente agotadora, dado que el ritmo que impuso el atleta keniata Nixon Kiprotich y el brasileño José Luis Barbosa. Los primeros 400 metros se hicieron en 49:54 y el grueso del grupo comenzó a aumentar el ritmo.

Esto hizo que Aouita lo tuviera muy difícil, dado que estaba acostumbrado a carreras más largas y menos explosivas, aunque confiaba en su gran forma física para intentar ganar una medalla, pero en los últimos metros, el keniata Paul Ereng remontaba de forma verdaderamente asombrosa en los últimos metros para hacerse con la medalla de oro, dejando al brasileño en segunda posición y el bronce para Aouita, una medalla que le supo más bien a poco.

Una auténtica máquina, desde el inicio hasta el final en cabeza

Así, Aouita se unía al grupo de gloriosos atletas que salieron derrotados de unos juegos olímpicos como Edwin Moses o Daley Thompson entre otros.

Llegó 1989 y con aquel año llegaría el fin del reinado del marroquí y su última temporada en la elite mundial. Pero no se iría sin hacerse con el oro de los Campeonatos del Mundo celebrados en La Haya en la prueba de los 3.000 metros en pista cubierta y caer por primera vez en más de 10 años en los 5.000 metros ante el keniata Yobes Ondieki en la Reunión Atlética de Sevilla.

Pero su grandioso palmarés y su saber estar tanto dentro como fuera de la pista nublan totalmente las derrotas sufridas por este fantástico corredor que hemos recordado aquí en nostalgia80.com