Hoy vamos a recordar fugazmente a un estupendo atleta que pasó menos de una década en la élite mundial pero que aquella década fue la de los ochenta. Estoy hablando de Gennadiy Avdeyenko, un estupendo saltador de altura aunque no era tan bueno como otros de sus compatriotas como lo fue Igor Paklin entre muchos otros.

Pero aunque no era tan bueno como Paklin y en las citas donde se presentaba había atletas con mucho más bagaje que el y mejores marcas, Avdeyenko siempre rendía a un nivel mucho más que aceptable, lo que prometía que tarde n temprano se convertiría en un estupendo saltador.

Comenzó su carrera profesional a los 19 años tras haberse clasificado para los Mundiales de Atletismo de Helsinki 83 y batiendo marcas de otros atletas que a la postre partían mejor que el (Jianhua, Mögenburg o el propio Paklin), lo que hizo que muchos entrenadores se fijasen en el.

Gennadiy Avdeyenko en uno de sus saltos

Pero esto duraría poco porque como ya pudisteis leer anteriormente, el boicot por parte de los rusos en las olimpiadas de Los Ángeles de 1984 supuso un duro golpe para él, pero esto no le sirvió de freno sino que pronto conseguiría demostrar que haberse hecho con el título mundial un año antes no fue por casualidad.

En los siguientes años fue campeón europeo en Stuttgart 86, subcampeón mundial en Roma 87 y su merecido premio llegaría en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988 donde se llevó la medalla de oro ante la ausencia del favorito, el cubano Javier Sotomayor, batiendo el récord olímpico situado en 2,38.

Después tan solo duraría dos años más en la alta competición dado que con tan sólo 26 años se retiraría del atletismo en 1990. Esta fue la carrera meteórica y fugaz de uno de los mejores saltadores de altura de nuestra década.