Tardes estupendas de lectura, así podría definir a aquellos ratos en los que, tras haber descubierto que en un quiosco cercano se cambiaban libros y cómics por cinco pesetas, leía con ahínco y sumo cuidado los ejemplares del Don Miki. De hecho, me gustaban tanto que los iba leyendo poco a poco para que me durasen más, una tontería, pero yo lo hacía así, así siempre me duraba hasta que me volviesen a dar la paga y volviese a cambiar aquel tebeo por otro del «Capitán Trueno«, algo viejo para mi época o mucho más viejos aún las “Hazañas Bélicas” que me agenciaba por recomendación de mi padre y creo que de ahí mi pasión por las películas de la Segunda Guerra Mundial.

Pero bueno voy a lo que iba, con Don Miki. ¿Quién no lo recuerda? Era la versión española de las aventuras del ratón Mickey de la Disney, lo que pasa que aquí se le dio el nombre de Miki, más castizo que el americano. Era una revista infantil y juvenil que se editó desde mediados de los setenta hasta finales de los ochenta, exactamente hasta 1989.

Los Apandadores en una de las portadas de este magazine

En sus inicios fueron lanzados por la editorial Montena y después por la editorial Primavera y entre ambas se editaron nada menos que 664 números en aproximadamente 16 años, lo que se dice pronto pero que convirtieron a este magazine juvenil en uno de los más longevos de la prensa española.

Hoy en día estos son carne de eBay pero aunque podemos comprarlos usados, también podemos adquirir algunas de las más modernas ediciones que ha rescatado Planeta DeAgostini con un look mucho más actual como el que podéis ver en la fotografía inferior.

Aspecto de una de las ediciones más modernas

Eran algo parecido a los “Super Humor” de Ibáñez, de los cuales hablaré más adelante. Al igual que el cómic español, en Don Miki se sucedían diferentes aventuras protagonizadas por algunos de los personajes más famosos.

Mickey, Goofy y su personaje antagónico Pete Patapalo y el perro Pluto, Donald y sus sobrinos (a veces el Tío Gilitoy Daisy), los Jóvenes Castores, las ardillas Chip y Chop, Clarabella, el burro Horacio, Narciso Bello y un sinfín de personajes más que hicieron que muchas tardes de lectura fueran verdaderamente entrañables.