Y en esta segunda vamos a seguir recordando más cosas sobre el ya casi extinto cassette, y digo casi porque recuerdo haber visto no hace mucho en un centro comercial perteneciente a una famosa cadena, varios packs de cintas de cassette vírgenes. ¿Habrá alguien que lleve en coche un radio-cassette como los de antaño? Posiblemente si… Yo personalmente tengo una platina que en su tiempo era de sonido profesional y no pienso separarme de ella; realmente es por nostalgia el hecho de que aún permanezca guardada, además no se si funciona, supongo que sí.

Seguro que os acordáis de las veces que para ahorrar pilas a nuestro walkman o a nuestra pequeña radio o grabadora usábamos el truco del lapicero o del bolígrafo. Staedler y bic, eran los más comunes y los que se adaptaban mejor a los pequeños dientes que tenían las bobinas de la cinta y era cuestión de estar un par de minutos y ¡voilá! cinta completamente rebobinada.

El cassette tuvo que pasar por esto antes de que finalmente…

También recuerdo aquel “infalible” sistema de seguridad que consistía en unos pequeños orificios en la base del cassette que impedían que se pudiera grabar sobre la cinta. El mismo sistema en el que tapando ese agujero (dependiendo de si era la cara A o la cara B) con un trozo de cinta adhesiva o simplemente una bolita de papel nos permitía grabar encima de lo que hubiera grabado previamente, fuera una cinta virgen o una original.

Aunque no lo parezca este simple invento unió a un montón de gente y no solo a los que intercambiaban música, que por otra parte recuerdo cuando hicieron aparición en el mercado los aparatos con doble cassette, donde podíamos grabar de “cinta a cinta”. Pero no solo era música, recuerdo que mi viejo ordenador Sinclair utilizaba cintas de cassette para cargar alguna aplicación o juego con unos sonidos espeluznantes que el vetusto núcleo de aquel ordenador interpretaba como datos ¿Os acordáis? Yo si que grabé juegos de ordenador en este fantástico soporte.

…viera su triste final

Una pena que casos como este o el del VHS y ya remontándonos más atrás en el tiempo Betacam o Vídeo 2000, y aún más las enormes y obsoletas cintas Umatic hayan desaparecido casi por completo o formen parte de alguna estantería o museo… ¡qué tiempos aquellos!