Nos montamos de nuevo en nuestra particular máquina del tiempo y hoy vamos a ir hasta 1981, año en el que se estrenaba una de las grandes películas de la década de los ochenta y una de las mejores de la historia del cine en lo que se refiere a los deportes.

La banda sonora (que podéis escuchar un poco más abajo) venía con el inconfundible sello de uno de los grandes, Vangelis. Y la dirección de este estupendo film corría a cargo de Hugh Hudson, quien dirigiría “Greystoke, la leyenda de Tarzán” en 1984 o “Los secretos de la inocencia” ya en la década de los 90. Hoy vamos a recordar “Carros de fuego

La trama se sitúa en la Inglaterra de los años 20, en especial en dos personajes, el primero era Harold Abrahams, hijo de un judío lituano que vive obsesionado por la perfección y que como gran atleta, entiende la victoria como la propia lucha particular para combatir los crecientes prejuicios antisemitas que en aquellos momentos comenzaban a crecer entre la sociedad, además de querer mejorar como persona y sentirse realizado como hombre.

El segundo personaje es Eric Liddel, hijo de una pareja de misioneros escoceses que vivían en China. Eric era un gran atleta, pero éste tenía motivos diferentes a los de Abrahams para correr, dado que Eric corre para mayor gloria de aquella persona en la que cree y confía por encima de todas las cosas, Dios.

Vangelis – «Chariots of Fire»

Uno de los carteles oficiales de Carros de Fuego

Durante esta película, los atletas se hicieron amigos y rivales en varias carreras, pero su objetivo era ir a las Olimpiadas de París de 1924 y para ello se prepararon como nunca, hasta que por fin los dos podrían verse las caras en la prueba final que les enfrentaría y así poder medir sus esfuerzos delante de miles de personas.

Finalmente ambos conseguirían triunfos muy importantes para la selección inglesa pero los protagonistas fueron separados por sus diferentes destinos, Liddel se marcharía a China como misionero y Abrahams se convertiría años después en un popular comentarista deportivo. Pero… ¿Quién saldría victorioso del enfrentamiento en las Olimpiadas de París de 1924?

Hay que recordar que Carros de fuego fue ganadora de cuatro Oscars en 1982; Mejor Película, Mejor Guión Original, Mejor Banda Sonora y Mejor Vestuario. Pero estos no fueron los únicos galardones, también uno de sus actores, Ian Holm, recibiría el premio del Festival de Cine de Cannes de 1981 al Mejor Actor Secundario, Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Toronto de 1981, un Globo de Oro en 1982 como Mejor Película Extranjera y dos premios BAFTA en 1982 por Mejor Película Extranjera y Mejor Actor Secundario para Ian Holm.

Una de las escenas de la película

Sin duda unos galardones más que merecidos para esta fantástica cinta que si aún no habéis tenido la oportunidad de ver o si queréis recordar una de las mejores películas de la historia, os invito a que lo hagáis y a que recordéis alguna de las frases míticas que aparecen en la película como: “Cerrando los ojos podemos recordar a aquellos hombres jóvenes, con esperanzas en sus corazones y alas en sus pies”.