La década de los ochenta puede presumir de contar con un enorme listado de series que han acompañado a millones de personas en todo el mundo, algunas de ellas con un gran éxito internacional y muy buenas, otras menos buenas y otras pues… bastante malas, todo sea dicho, no todo en los ochenta fue tan bueno como hubiésemos querido.

Hoy quiero recordar con todos vosotros Automan, una serie del año 1983 que bebía directamente de los efectos especiales de una de las películas de ciencia ficción más recordada de la historia, Tron (1982) pero la verdad es que más bien era un quiero y no puedo.

La serie fue creada por el prolífico Glen A. Larson, quien nos deleitó en los ochenta con otras series de gran éxito internacional como El Coche Fantástico o Galáctica, Estrella de Combate, aunque con esta serie no tuvo mucho éxito y fue cancelada al finalizar su primera temporada de 12 capítulos.

Automan con su creador, Walter Nebicher

La serie nos cuenta las aventuras de Walter Nebicher, un programador que trabaja para la policía, quien ha creado una forma de vida a la que bautiza como Automan. Este ser necesita una cantidad ingente de energía para poder funcionar, por tanto Automan sólo opera por las noches, cuando baja el consumo eléctrico de la ciudad (y también para hacer los efectos especiales más creíbles, obviamente).

Durante la noche colabora con el departamento de policía y lo hace con su asistente, a quien llama Cursor, que no es otra cosa que un holograma en miniatura que puede crear en cualquier momento helicópteros, coches o cualquier otra cosa física para ayudar a Automan a combatir el mal.

Glen A. Larson fracasó con esta serie, pero no sería la única oveja negra que tuvo en la década de los ochenta. En otras entradas repasaremos alguna otra que también dio bastante de qué hablar, a pesar de no ser buena ni llegar a tener el éxito que tuvo con otras que sí recordamos los nostálgicos y nostálgicas.