Durante los primeros años de los ochenta la televisión en España (con tan sólo dos canales) tenía una amplia y variada oferta en cuanto a programación infantil se refiere y antes del aluvión de producciones norteamericanas, encontrábamos un buen número de series que nos llegaban de los países del este como Checoslovaquia, con series como Maika la niña de las estrellas, Slomo, Adam 84 o la que vamos a recordar hoy, Arabela.

Fue una serie compuesta de 13 episodios y emitidos entre 1980 y 1981 que nos invitaba a participar de muchas de las aventuras originadas por Karel Majer, un hombre que era dueño de una campanilla mágica que tenía un poder muy especial, cuando hacía sonar la campana hacía que el mundo de los cuentos y el de los humanos se encontrase y de esta forma personajes del mundo de la ficción y reales se daban cita.

En una ocasión los humanos comenzaron a contagiarse del espíritu mágico de los cuentos haciendo que los personajes de ficción actuasen como humanos, todo un guirigay que no dejaba indiferente a nadie y mucho menos a los niños.

Uno de los momentos de la serie

Todo parecía ir bien hasta que el hijo de Karel, Petr, se enamora de la princesa Arabela, hija de un conocido rey de los cuentos de hadas pero como en toda historia siempre tiene que haber un malo malísimo, aquí encontrábamos al mago Rumburack, quien intentará por todos los medios evitar el amor entre los dos jóvenes y de paso quedarse en el mundo de los humanos para hacer el mal.

Una serie que seguramente pasó desapercibida para muchos niños y niñas de la época pero que si tenéis la oportunidad de verla recordaréis aquellas situaciones inocentes, unos personajes que nos hacían sentirnos identificados y ese humor blanco que hoy en día brilla por su ausencia en el mundo de la televisión.