A pesar de tener más de 20 años y una obvia estética ochentera, esta serie continúa haciéndonos reír cada vez que vemos un capitulo en algunas de las televisiones locales de nuestro país. Una sitcom realmente irreverente pero a la vez con un toque tierno. ¿Quién no se acuerda de Alf el extraterrestre?

Después del éxito obtenido en 1986 en la cadena norteamericana NBC, llega a España en 1988 a la siempre omnipresente TVE, quien emitió la serie completa repartida en 102 episodios de 25 minutos de duración cada uno.

Alf es un extraterrestre proveniente del planeta Melmac, lugar del que tiene que huir porque estaba a punto de estallar a causa de que todos sus habitantes enchufaron el secador de pelo al mismo tiempo, provocando una gran sobrecarga. En su huida se pasa un año perdido por el espacio hasta que su nave espacial se estrella en el garaje de la familia Tanner.

Una familia estereotipo de los años 80, de clase media y que esta compuesta por Willie, un trabajador social, su mujer Kate y sus hijos Lynn y Brian y su gato, animal que es objeto de deseo durante toda la serie dado que a Alf le gusta comerse a los gatos. Los Tanner sin saber realmente qué hacer, deciden esconder al anaranjado huésped hasta que repare su nave, siempre poniéndolo a salvo de los curiosos y de sus vecinos los chismosos Ochmoneks.

Alf, el protagonista de esta divertida serie

Poco tiempo después Alf descubre que su planeta ha sido destruido y que es el único superviviente de su especie, así que la familia Tanner decide adoptarlo. A partir de aquí una sucesión de situaciones de lo más esperpéntico y estrafalarias se adueñan de la casa destruyendo la tranquilidad que había reinado antes de la aparición de Alf.

Una serie que trataba muy por encima algunos problemas cotidianos vistos desde un punto de vista diferente y tratándolos de una forma positiva. Destacaban sus ingeniosos guiones que la calificaron como una serie blanca, apta para todos los públicos.

Miscelánea:
– El verdadero nombre de Alf es Gordon Shumway, nombrado así por su abuela, una de las pocas mujeres que podían partir madera con sus labios.
– Alf tiene 229 años y su esperanza de vida llega a los 600
– El lago más profundo de su planeta Melmac era el lago Glub-Glub, bautizado así por las últimas palabras de su descubridor.
– Para ser presidente de Melmac la única condición era la de que tu segundo nombre tenía que ser el nombre de un queso.

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