Hacía tiempo que no hablaba de algún arcade y hoy estaba pensando sobre algún título que me viniera a la memoria de mis años de salones recreativos y tras buscar información y con algunos de mis recuerdos hoy quiero compartir con todos vosotros un juego de fútbol llamado Tehkan World Cup.

Un año antes de la celebración del Mundial de Fútbol del año 1986 en México, la compañía Tehkan comenzó el desarrollo del que sería su mayor éxito en cuando a arcades se refiere y la verdad es que dieron en el blanco porque tenía unos gráficos bastante cuidados, en comparación con otros que comenzaba a haber, que tampoco quiero decir que fueran malos, pero que consiguieron un producto que llegó mucho a la gente y arrasaron allá donde hubiera una máquina con este título.

El juego tenía una perspectiva cenital y algo que llamaba mucho la atención es la posición de la propia pantalla, que, al contrario que con las demás recreativas que había por aquel entonces, no tenía la pantalla en vertical sino en horizontal, por lo que la estructura de que contenía la pantalla y demás componentes era más voluminosa que el resto, pero permitía el juego entre dos jugadores uno frente a otro, dando un toque verdaderamente diferente y una experiencia de juego sin igual.

Así era la máquina de Tehkan World Cup

Los efectos, la rapidez de sprites y la fluidez del juego eran bastante buenos, dando cierta sensación de realidad. Obviamente la mecánica era muy sencilla, consistía en ganar al adversario, exactamente pasar siete rondas para poder coronarnos como campeones del mundo de fútbol.

Recuerdo que yo era un desastre en el juego dado que cuando yo tenía la pelota me ponía nervioso y le daba al botón de lanzar en vez de darle al de pasar cuando venían los contrarios a por mí. Pero después de muchas monedas de cinco duros y de pasar mucho tiempo viendo jugar, aprendí a controlar los nervios y algún truco que otro, que consistía en avanzar con el delantero perpendicularmente a la parte interior poste de la portería y disparar. No fallaba, el portero siempre fallaba y yo siempre metía gol.

Así me proclamé campeón del mundo, con trampas…