En esta nueva entrega vamos a hablar de “Superdetective en Hollywood”, una película en la que los productores sabían que sería un éxito pero no tanto como para ser nominada a un Oscar ni como para que saliera una segunda y una tercera parte, todas con un increíble éxito tanto de crítica como de taquilla. La verdad que jugaron bien sus bazas y supieron aprovechar al 100% el talento hilarante de un actor muy en boga en aquella época, Eddy Murphy, quien había hecho y haría más películas en clave de humor en los ochenta y que también tendrán cabida aquí en nostalgia80.com

Se dio a conocer con Nick Nolte en “Límite 48 horas” y también con Dan Aykroyd en “Entre pillos anda el juego” y en esta película encajó a la perfección para el papel de Eddy Murphy, quien encarnaba a Axel Foley, un policía de Detroit que se toma unas vacaciones después de haber tenido un altercado con un superior después de haber participado en un caso en la que un amigo suyo de Los Ángeles había sido asesinado.

Los protagonistas de la película

Se va de vacaciones a esa ciudad californiana a intentar esclarecer las causas del asesinato de su amigo y durante sus primeros días de estancia en la ciudad se meterá en líos y se encontrará con dos detectives de la policía de Beverly Hills, Rosewood y Taggart, que intentarán vigilarle y evitar que se meta en más líos durante su estancia en la ciudad.

Durante el desarrollo de la trama se verá avocado a realizar las más absurdas peripecias para conseguir obtener alguna pista que le lleve a conocer la identidad de los asesinos que acabaron con su amigo, que a fin de cuentas son unos malvados traficantes de drogas que operan en la costa Oeste de Estados Unidos.

En esta película no faltan situaciones cómicas, explosiones, acción, coches destrozados y todos los ingredientes que el productor, Jerry Bruckheimer, tanto utilizó en las películas de esta década. Y algo que si recordaremos es la música de “Superdetective en Hollywood” creada por Harold Faltermeyer, un tema que aún a día de hoy sigue sonando gracias a diferentes refritos musicales que nada tienen que ver con el original.

Una de las escenas de la película

No es una película que se caracterice por una trama excelente y bien desarrollada, sino una de tantas películas que por aquel entonces nos parecía que debíamos incluirlas en alguna lista ficticia de las mejores de los ochenta, pero que cumplía con creces las expectativas y que mantenía a los espectadores pegados al asiento hasta el final.