Qué recuerdos me vienen a la mente cuando pienso en los juegos y juguetes de principios de los años ochenta y recordé uno que seguro que los que hayan nacido en la década de los noventa recordarán pero con otro nombre y modelos ultra mejorados, las pistas de velocidad de Micromachines.

No es algo nuevo dado que en 1978 y hasta casi mediados de los ochenta se comercizaba el apasionante Pista Looping de la juguetera Pilen, la cual anunciaba en las cajas de su producto estrella: “Velocidad, emoción y vértigo… son las tres sensaciones que Pilen ofrece a los niños de cualquier edad con la nueva Pista Looping. Rizos y espirales a toda velocidad, un escalofriante circuito por el que solo pueden circular los coches de Pilen con motor: Huracán y Meteoro”.

El juguete consistía en una serie de raíles de colores que se unían entre sí y podías construir diferentes circuitos, con un loop normal, doble loop, triple o una pista recta hasta que se te acababan los tramos… era casi la diversión sin fin, pero casi.

Diversión sin fin con el Pista Looping

Era la sensación en aquel momento y todos los niños queríamos el pista looping para hacer correr a nuestros coches en miniatura a toda velocidad y tener la mejor pista de todas para dejar a nuestros amigos alucinando.

Todo eso era fantástico hasta que llegaba el momento que comenzaba a hacerse aburrido tanto lanzar el coche para que siempre hiciera lo mismo. Ahora lo pienso y seguro que parecíamos monos de laboratorio con aquel juego pero… ¡qué bien nos lo pasábamos!