Aunque en la década de los ochenta en España no había una gran cultura de club, sobre todo en cuanto a DJ se refiere, en otros países ya comenzaban a ser figuras indispensables en cualquier fiesta que se preciase. Se puede decir que tanto la música como el baile son tan antiguos como la humanidad, aspecto inherente a cualquier cultura que haya poblado nuestro planeta.

Hoy en día, si hablamos de música de baile, la figura indiscutible es el DJ o Disck Jockey, quien se encarga de hacer que la pista de baile vibre con los ritmos más pegadizos y la gente se lo pase en grande y puedes equiparte fácilmente con el mejor material para el Dj en Bpro Audio Store.

Si hablamos de discotecas, tenemos que remontarnos a hace más de 70 años, exactamente al año 1947. Ese año se abrió en París un club nocturno llamado “Whiskey a Go-Go” y tenía una característica que lo hacía diferente a otros establecimientos similares. La música no la tocaba una banda de músicos, sino que procedía de un disco. Esto se puede considerar como la primera discoteca de la historia.

Los mejores DJ de los ochenta

Si hablamos de buenos Djs de aquella década, no podemos obviar a uno que además de DJ también era productor y músico, el italiano Giorgio Moroder. No hay duda de que a finales de los 70 arrasaba con sus creaciones de música disco con sintetizadores, pero también lo hacía en sus sesiones.

¿Quién no ha bailado en más de una ocasión el tema “I feel love” de Donna Summer? Pues ese tema es de Giorgio, un auténtico crack ganador de nada menos que tres Oscar por la banda sonora de varias películas. Además, hay que destacar que a sus 80 años sigue yendo por todo el mundo poniendo su música y evocando formidables recuerdos de aquellos años.

Otro de los grandes, y no solo por su imponente físico, fue el estadounidense Frankie Knuckles, quien nos dejó ya hace unos cuantos años, pero lo hizo dejando tras de sí un importante legado musical. Knuckles fusionaba diferentes elementos de la música disco con el Synth Pop procedente de Europa.

De esta forma nacía lo que se conoce como música House, nombre que procede de la sala WareHouse, en Chicago, club donde era el DJ Residente y se había abierto un importante nombre en la costa este como DJ de éxito. Esto era solo el precedente de su fama mundial con sus explosivos sets y sus temas que hicieron bailar a millones de personas en los ochenta.

 

La importancia de mezclar vinilos

Aunque hoy en día existen desde controladoras hasta equipos de DJ completamente digitalizados, en los 80 era ciencia ficción. Se ponía música desde los vinilos y normalmente se bajaba el volumen de un tema y se metía otro subiendo poco a poco el volumen. Esto fue así hasta que, a finales de los sesenta y principios de los setenta, dos DJs hicieron un gran cambio.

El DJ estadounidense Francis Grasso comenzó a probar diferentes medios para poder enlazar música del mismo estilo, pero sin interrupciones. Esto sería el germen de lo que conocemos como mezcla, algo que fue mejorado por un DJ jamaicano llamado Kook Herc, quien en el 73 ideó un método que permitía cambiar los temas igualando la velocidad y creando una continuidad entre tema y tema