Continuamos en el mundo del celuloide para recordar una comedia del inicio de la década de los ochenta, exactamente de 1980 donde Richard Pryor y Gene Wilder, dos de los más famosos cómicos norteamericanos de nuestra década, se unieron para protagonizar esta película, que a pesar de todo, es la más olvidada de las que hicieron, aunque no por ello es la peor, hasta podría decir más, es una de las mejores del dúo humorístico.

La película se titula “Locos de remate” y en este metraje hacen alarde de un humor sencillo, divertido y casi inocente que tanto caracterizaba a las comedias de los ochenta. Además en esta trama van de un gag a otro, haciendo que los 100 minutos que dura la película se nos pase en un santiamén.

En esta ocasión interpretab a Skip Donahue y a Harry Monroe, dos amigos de Nueva York que se encuentran sin trabajo y deciden aceptar un trabajo eventual donde tendrán que disfrazarse de pájaros carpinteros con fines publicitarios.

Todo parecía ir viento en popa con el nuevo trabajo, divertido y encima les pagaban por ello, pero no duraría mucho. Tendrían la mala suerte de que una pareja de atracadores de banco usasen el mismo disfraz que ellos; la policía les confunde, los detienen y son enviados a prisión.

Wilder y Pryor en la prisión

Y aquí comienza la segunda parte de la película donde en prisión vivirán las más alocadas e hilarantes aventuras intentando no provocar a ninguno de los internos y meterse en líos. Pronto se ganarán el interés del alcaide de la prisión cuando descubre que Skip tiene una fantástica habilidad con los toros mecánicos, algo que puede hacer que haya más unión entre los presos, pero no es oro todo lo que reluce.

En definitiva, una película sin demasiadas pretensiones técnicas que cumple con creces con su propósito, que no es otro que el de entretener. Sinceramente, una película muy recomendable para esas tardes de sábado o de domingo. ¿La habéis visto?