En la 80ª Sesión del Comité Olímpico Internacional que se celebró en 1978 en Atenas, se eligió por unanimidad la nueva ciudad para la celebración de los Juegos Olímpicos de 1984, en esta ocasión la ciudad afortunada fue Los Ángeles.

Con esta designación la polémica estaba servida tras el boicot a Rusia realizado por los estadounidenses tras la invasión de las por entonces tropas soviéticas a Afganistán en los anteriores Juegos Olímpicos de 1980. Ahora le llegaba el turno de venganza al país de la hoz y el martillo, que lo intentaría pero no con la misma intensidad que los americanos.

A pesar del boicot rojo, en estas olimpiadas participaron más de 6.800 atletas de 140 países, donde casi 1.600 eran mujeres y el resto hombres, que participaron en las 221 pruebas de los diferentes deportes con los que contaban estos Juegos Olímpicos.

Los atletas estadounidenses formaban una piña increíble, con un potencial nunca visto hasta entonces llegando a ganar en total 174 medallas, repartidas en 83 medallas de oro, 61 de plata y 30 de bronce, todo ello gracias a la ausencia de los soviéticos, alemanes del este y países aliados a la Unión Soviética que contaban con un gran potencial deportivo.

Vista aérea del coliseo donde se celebró la apertura y clausura de los juegos

Este gran evento contó nada menos que con 28.472 voluntarios y cerca de 1.000 medios de comunicación acreditados, tanto de prensa escrita, radio y televisión de todo el mundo. La mascota de estos Juegos Olímpicos era un águila llamada Sam con una chistera decorada con las “Star & Stripes” de la bandera norteamericana y que portaba en su ala derecha la antorcha olímpica.

Cabe destacar que la organización de estos juegos fue principalmente por parte privada y el aporte de la administración fue minimo. Además las instalaciones estaban hechas, aunque tuvieron que ser remodeladas dado que eran de las anteriores olimpiadas de 1932.

En estas olimpiadas hubo récords, y muchos, como la primera victoria de Joan Benoit al ganar el primer maratón olímpico femenino y Connie Carpenter-Phinney al ganar la primera carrera de ciclismo femenino. Carl Lewis, apodado desde este evento como “El hijo del viento” se hizo con las medallas de oro en los 100 y 200 metros y también en salto de longitud, Neroli Fairhall fue el primer atleta parapléjico que ganó una medalla en la especialidad de tiro con arco.

Carl Lewis tras ganar la medalla de oro en los 100 metros lisos

El británico Sebastián Coe se convirtió en el primer atleta que ganó dos veces la prueba del 1.500 en atletismo. Y en cuanto al baloncesto, una selección española con el ya fallecido Antonio Díaz Miguel al frente y con jugadores tan recordados como el también malogrado Fernando Martín, Corbalán, Solozábal o Fernando Romay entre otros, ganaba una más que meritoria medalla de plata frente a la todopoderosa selección de los Estados Unidos.

Todo un evento deportivo que cautivó a los seguidores de los deportes de aquel fantástico año 1984.