Con este post finalizo esta serie sobre uno de los mejores tenistas de los años ochenta y a la vez uno de los más polémicos. Comenzamos en 1985, un nuevo año tras un brillante 1984 que le mantuvo como número 1 del mundo por tercer año consecutivo. Pero en este año la miel se le escaparía de los labios en bastantes ocasiones, sobre todo en los Grand Slam como por ejemplo en Roland Garros, donde llegó a semifinales pero perdió contra Wilander o los cuartos de final de Wimbledon donde cayó contra el sudafricano Kevin Curren.

Su última final de un torneo importante fue el US Open. En semifinales derrotó a Mats Wilander en un partido de cinco sets y en la final se vio las caras con el checo Lendl, a quien le arrebató el título se hizo con su cuarta final consecutiva.

Momento de la final de 1985 Lendl – McEnroe

Y ese mismo año en el Open de Australia McEnroe caería contra Slobodan Zivojinovic en cuartos de final cediendo el número uno del mundo a Ivan Lendl. Y tras esta serie de fracasos, en 1986, tras haber jugado bajo presión durante mucho tiempo, McEnroe se tomaría medio año sabático alejado de las pistas de tenis.

En este tiempo contrajo matrimonio con la actriz Tatum O’Neal, con quien posteriormente tendría tres hijos y tras regresar al mundo del tenis perdió casi en primera ronda del US Open, aunque posteriormente se hizo con otros tres títulos.

John McEnroe y Tatum O’Neal

Pero aquel retiro y el altísimo nivel al que jugaba el norteamericano durante tanto tiempo, hicieron mella y no pudo recuperar la forma que tenía en años anteriores y poco a poco fue perdiendo potencia. En 1987 no consiguió hacerse con ningún título, la primera vez que le ocurría en su carrera profesional y tras insultar al árbitro, hacer gala de su mala conducta en el US Open y ganarse una multa de 17.500 dólares, tuvo que tomarse varios meses fuera del mundo del tenis tras haber sido suspendido.

Aquí comenzaría el declive de uno de los mejores jugadores de tenis de todos los tiempos.