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Uno de los iconos femeninos de la música en Europa durante los ochenta fue una mujer muy apreciada por todos y muy deseada por el público masculino gracias a su físico además de tener que compartir pasado, presente y futuro muy aristocrático. Ella era conocida en toda Europa como la Princesa Rebelde. Seguro que ya sabréis de quien se trata, de Estefanía de Mónaco, la hija menor de Rainiero.

Siempre fue muy inquieta y nunca le gustó ceñirse a las normas y mucho menos a las estrictas normas de protocolo que formaban parte de la familia real a la que pertenecía, pero ella no era así, quería ser libre y así fue, la hija de la desaparecida Grace Kelly hizo de todo durante su vida y desde la segunda mitad de los años ochenta hizo algo que se convirtió en su pasión, cantar.

A pesar del rechazo y falta de apoyo que tendría (en este caso, que no tendría) desde la casa real, en 1986 lanzo uno de los sencillos más recordados de su carrera musical titulado Ouragan y con él os dejamos para que recordéis cómo se las gasta una princesa.