España siempre ha jugado un importante papel en el mundo de la astronomía gracias a los telescopios y observatorios que hay diseminados por toda nuestra geografía y hoy nos vamos al año 1984 para recordar la inauguración del que por aquel entonces fue el mayor telescopio de Europa.

Con 3,5 metros de diámetro se instaló el telescopio en el observatorio hispano-alemán de Calar Alto, en la provincia de Almería. En aquel año se convirtió en el más grande de Europa y el quinto del mundo, con un peso de 430 toneladas, de las cuales 18 son del propio espejo, fabricado en un material especial llamado zerodur, resistente a contracciones y dilataciones ocasionadas por la temperatura ambiente.

Aspecto del telescopio de Calar Alto

Gracias a nuestra orografía, hay muchos lugares que cuentan con excepcionales y estratégicos puntos para la perfecta observación de las estrellas entre muchos otros objetos del cosmos y aún hoy en día son muchas las organizaciones, fundaciones, etc., las que eligen a nuestro país para el estudio del espacio.

Desde 1984 Europa tenía un ojo más puesto en el Universo y desde donde se estudiaron diferentes fenómenos, que junto a otros telescopios, observatorios y centrales de seguimiento, situaban a España en el plano internacional para la colaboración con diferentes países y sus satélites o para conocer de primera mano los acontecimientos y avistamientos más destacados que ocurrían fuera de nuestro planeta.