Posiblemente muchos de vosotros penséis que J.R.R. Tolkien solo escribió libros rodeados de ese halo mágico que es la Tierra Media, pero no, también tuvo su momento para escribir libros infantiles como es el caso que nos va a ocupar en las siguientes líneas.

Aunque es cierto que El señor Bliss fue publicado póstumamente, en 1982, había sido escrito bastante tiempo atrás. Tolkien quiso hacer una pequeña historia para contársela a sus hijos y ésta no vio la luz hasta el fallecimiento del escritor.

Es un libro de lectura muy fácil y palabras fácilmente comprensibles para los pequeños pero en este libro aparecen personajes de lo más raro que podamos imaginar como un hombre con una carretilla llena de coles, otra mujer con un carro lleno de plátanos, tres pequeños osos que aparecen durante todo el relato o incluso sus pequeños amigos, unos personajes llamados Dorkins.

La sencilla portada del libro

El señor Bliss es el protagonista del cuento y es un hombre que vive solo en una casa muy alta y es muy conocido en el pueblo por usar sombreros muy grandes y sobre todo por lo que tiene en su jardín, un jirafanejo, una mezcla de jirafa y conejo.

Un buen día decide ir a comprar un coche, pero ajeno a lo que sucedería y como iba embobado en sus pensamientos, se olvido de la cartera y le dejó al dependiente su bicicleta como prenda hasta que volviese de nuevo con la cartera.

En su viaje de vuelta a casa, nada más girar por una calle, atropelló al señor Day, quien empujaba la carretilla llena de coles y posteriormente, en otra esquina, atropelló también a la señora Knight y su carro lleno de plátanos. Así era este curioso libro para niños que salió de la mente de uno de los escritores épicos y de fantasía más reconocidos de los últimos años.