Muchos fueron los coches de finales de los años setenta que continuaron su producción en los primeros ochenta y los cuales tuvimos la suerte de haber conocido muchos de los que seguís y quien escribe estas líneas. Por aquel entonces eran, la mayoría, coches sencillos, de formas bastante cuadradas y que nada tienen que ver con los estupendos coches que hay hoy en día.

Pero aunque hoy nos parezcan de lo peor, era lo que se llevaba en aquellos años y eran de lo más moderno. Como es el caso del Renault 6 TL un coche que valía prácticamente para casi todo y del cual he rescatado un anuncio en la prensa escrita de hace unos cuantos años donde nos venía lo formidable que era este utilitario conocido por muchos de vosotros y vosotras.

Sí, cuando los vea venir en fila a todos, cargados hasta los dientes, dispuestos a darle el viaje a trasto limpio… lárguele el paquete al Renault 6, un coche que se estira cuando su equipaje crece, triplicando en segundos la capacidad de su maletero con solo abatir el asiento trasero”.

Un coche ideal para irse de vacaciones

La carretera le enseñará, después, a apreciar su motor de 1.037cm³, la precisa dirección de cremallera y su segura tracción delantera. Y a comprobar el confort de los asientos anatómicos y de su suspensión independiente. Pero, de paso, haga cuentas. Descubrirá nuevas ventajas en precio, consumo y valor reventa. Y es que Renault 6 sigue dando la cara sobre la marcha”.

Y algo por lo que también destacaba este coche era por contar con: “luneta térmica, alternador, nuevo volante, paragolpes con protectores de goma, espejo retrovisor y limpiaparabrisas en negro mate, apoyacodos traseros con cenicero, cinturones enrollables, luz de marcha atrás, nuevos guarnecidos (techo, tapicería, moqueta) y nuevo embellecedor de ruedas”.

Así era la publicidad de este modelo que fue lanzado en el año 1978 y que pudimos verlo durante unos cuantos años más en muchas de las carreteras españolas de por aquel entonces. Ahí queda eso.