Cuando De Tomaso aceptó, la Ford adquirió un importante número de acciones de la marca italiana y se comprometió a suministrarle motores y serían los encargados de distribuir la nueva adquisición en exclusiva para Estados Unidos y poder competir con el afamado Chevrolet Corvette de la compañía rival, General Motors.

Volviendo al coche en sí, que es de lo que queremos hablar, un coche que cuenta con una línea excepcional y su diseño fue obra de Tom Tjaarda, empleado de Ghia Carrozzeria, quien acompañado por Gian Paolo Dallara, encargado de la mecánica, consiguieron crear para el de Tomaso Pantera un coche con un aspecto muy agresivo, algo que desde Ford esperaban que funcionase a la perfección.

Salió a la venta en 1971 y cuando llegó la crisis del 73 las cosas fueron a peor y el acuerdo entre de Tomaso y Ford se fue al traste, retomando el control de su compañía, descendiendo dramáticamente su producción hasta las 50 unidades al año, pero a pesar de ello gozaron de un cierto éxito, principalmente en Europa.

Hasta por detrás el Pantera es impresionante

Contaba con un motor de 5.800cc, rindiendo entre 285 y 330 caballos de potencia aunque con la llegada del Pantera GT4 llegarían los 500 caballos, una barbaridad para muchos deportivos. Contaba con un chasis monocasco de acero, suspensiones independientes, discos de freno ventilados, llantas de magnesio y diferencial de deslizamiento limitado, además de una velocidad máxima de 241 kilómetros por hora.

Ya en 1991 y con muchos otros coches que consumían menos, contaban con más tecnología y más prestaciones, el de Tomaso Pantera vio como le llegaba su ocaso tras dos décadas sorprendiendo a muchos aunque siempre a la sombra de otros productos italianos y alemanes. ¿Alguno de vosotros pudo conducirlo?