Nos vamos 1986 a recordar una película basada en un libro del cual mi compañera Ochenta ya habló hace unos cuantos meses, El nombre de la Rosa, de Umberto Eco. Esta película, dirigida por el francés Jean-Jacques Annaud fue considerada como una de las mejores producciones de aquel año.

Contaba con Sean Connery, en el papel de fray Guillermo de Baskerville, un actor que por aquel momento estaba prácticamente en el olvido después de haber participado en películas realmente nefastas y de escasísimo éxito. Este papel le catapultó de nuevo y serviría para que directores muy en boga en aquel tiempo le eligiesen para participar en otras películas de éxito como Los intocables de Elliott Ness, pero vamos a seguir con lo que estabamos… también contaba en su reparto con un muy joven Christian Slater en el papel de Adso de Melk y Ron Perlman.

Sean Connery y Christian Slater

En un monasterio benedictino están ocurriendo actos realmente atroces entre los que se encuentran los cuerpos de frailes veteranos muertos en extrañas circunstancias y los superiores asustados y pensando que se trata de obra del demonio, por ello hacen llamar a un tenaz inquisidor llamado Bernardo Gui coincidiendo con una de las reuniones de los altos cargos de las diferentes órdenes que tendría lugar en el mismo monasterio.

Días antes de que se lleve a cabo la reunión fray Guillermo llega al monasterio y pronto se hace eco de todos los acontecimientos que están pasando en aquel triste y lúgubre lugar. Guillermo era un poco agnóstico en lo referente a obras del demonio y siempre busca el sentido más racional que el espiritual.

Una de las escenas de la película

Con toda la experiencia adquirida a lo largo de su vida, su excepcional memoria y sobre todo su agudo y desarrollado sentido de la observación y la deducción, comenzará a investigar sobre estos terribles asesinatos y descubrirá que no todo es obra del demonio, por mucho que el abad y el inquisidor Bernardo Gui se empeñen en afirmar.

Es una película sorprendente, que no desmerece para nada al libro y que conseguirá mantenernos pegados a nuestro sillón durante todo el tiempo que dura el metraje y donde veremos a un Sean Connery resurgido de sus cenizas en uno de sus papeles más recordados.