26 septiembre 1983

Seguro que si os digo el nombre de Stanislav Yefgrafovich Petrov no os dirá gran cosa, pero aunque muchos de vosotros no lo sepáis, este hombre salvó al mundo de una inminente guerra nuclear entre las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética. Seguid leyendo y conoceréis cuales fueron las claves de esta situación.

Petrov era un teniente coronel del ejército rojo durante lo que se conoció como “Guerra Fría” y se podría decir que es uno de los verdaderos héroes de la humanidad. El 26 de septiembre de 1983 se produjo un incidente que se denominó como el “Incidente del Equinoccio de Otoño”, algo que pondría a todo el planeta al borde de un Apocalipsis atómico.

Stanislav Petrov con su uniforme en casa

Eran las 00:14 en Moscú y el satélite de alerta temprana OKO (ojo) daba la alarma avisando de que un misil balístico intercontinental estadounidense había sido lanzado desde la base de Malmstrom, en Montana y en apenas 20 minutos entraría en el espacio aéreo soviético.

Por aquel entonces, Stanislav Petrov estaba al mando del búnker Serpukhov-15, lugar donde estaba enclavado el mando de la inteligencia militar  y centro desde el cual se coordinaba toda la defensa aeroespacial rusa. Entre las misiones de Petrov, la más importante era, sin duda, la de verificar y alertar de cualquier clase de ataque a sus más directos superiores, quienes decidirían tomar represalias o cualquier acción bélica hacia los Estados Unidos.

Cabe recordar que el ambiente estaba ligeramente enrarecido y los nervios crispados porque hacía apenas un mes, la fuerza aérea soviética derribaba el vuelo 007 de Korean Air, un avión de pasajeros coreano que había invadido el espacio aéreo soviético, matando a las 269 personas que viajaban a bordo, donde se encontraban varios estadounidenses.

Muestra de los diferentes misiles intercontinentales de las dos potencias

Pocos días después la NATO (OTAN para los europeos) comenzaba un ejercicio militar denominado “Able Archer 83”, lo cual fue interpretado por la KGB (Comité para la Seguridad del Estado, también conocida por Servicios Secretos Rusos) como una preparación de un inminente ataque como represalia por la muerte de los estadounidenses y según informaciones emitidas por la CNN, la KGB envió a todos sus espías en Occidente un aviso sobre el inicio de una posible guerra nuclear.

En el siguiente post conoceremos cómo la entereza y sangre fría de un teniente-coronel evitó lo que podría haber sido la última de las guerras.