Muchas veces recuerdo aquellas películas que pasaban en la década de los noventa por televisión, películas de nuestra década favorita (los ochenta), de esas comedias para toda la familia, con humor inocente, hoy en día ñoño y previsible, pero que en comparación con las películas de hoy pues son bastante diferentes, no voy a decir que mejores o peores porque buenos y malos productos se han hecho siempre, pero con un encanto totalmente diferente.

¿Quién no recuerda películas como Todo en un día, Loca Academia de Policía o Aterriza como puedas entre otras? Y no solamente me refiero a comedias sino también a aquellas películas de las que tan buenos y lejanos recuerdos tengo, cada vez más remotos, que eran las películas juveniles de los ochenta.

Era sentarme el sábado en el salón de mi casa a las tres de la tarde, después de comer y aguantar el tostón del telediario, programa con cosas que por aquel entonces no me importaban nada, pero que sabía que detrás llegarían los dibujos animados y después la película de la sobremesa.

Una de las escenas de la película

Hoy recuerdo con vosotros una película del año 1987 titulada en España Bigfoot y los Henderson, la cual estaba dirigida por William Dear y protagonizada por John Lithgow, y Melinda Dillon donde nos contaban las aventuras de una familia donde después de pasar unos días de caza regresan a su casa con su coche pero tienen un accidente y golpean a un animal por el camino.

Como no había nadie a quien pedir ayuda deciden llevárselo a casa aunque extrañados, dado que parece ser un hombre pero finalmente será un Bigfoot (un ser muy famoso en Estados Unidos que vendría a ser algo así como el Yeti asiático pero en versión Yankee). Al final deciden llevárselo a casa pensando en sacar provecho económico de ese extraño animal.

Pero cuando lo llevan a casa se dan cuenta de que no está muerto, simplemente aturdido y descubren que no es el monstruo aterrador del que habían oído tantas veces hablar sino que en este caso resulta ser un gigante muy extrovertido, lo que hará que vivan situaciones hilarantes que irán descubriéndose a lo largo del metraje.