Lo que pudo ser y no fue, así podríamos definir con cierta exactitud uno de los avances tecnológicos menos valorados de los ochenta, el vídeo Betamax, el cual sucumbió ante el poderío del VHS aunque éste último no contaba con la calidad del Beta, pero cuando la gente dice que no… es que no.

Sony no podía predecir el futuro y como siempre innovó presentando modelos como el Sony C-30 con una campaña de lo más cercana:

“No pierda de vista a este vídeo. Es lo que se dice todo un Sony. De la nueva generación, de la que está creada con un nuevo concepto de diseño basado en una línea estilizada y en la funcionalidad de sus operaciones. En cuanto a funcionamiento, ¿qué le vamos a decir? Es un Sony… y usted ya sabe que esto significa tener un vídeo perfecto, con el sistema más preciso y de más futuro, el sistema Betamax”.

“Significa tener mando a distancia por infrarrojos; controles de accionamiento suave; congelación de imagen; 12 programas y tantas otras cosas más que solo Sony puede aportar”.

El futuro en nuestras propias manos con el Sony C-30

“¿Verdad que es bonito? Es un vídeo para sentirse orgulloso. El SL-C30 no tan solo es pequeño (43cm de ancho x 10 cm de alto sino que, por primera vez, Sony le da a elegir el color de su vídeo, porque el SL-C30 se presenta en gris metalizado, gris oscuro, blanco o burdeos, para que aún sea más bella su presencia”.

“Lo dicho, su interior se refleja en su cara. Perfecto por dentro y por fuera. Otra vez más Sony da la cara con el vídeo Betamax C-30”. Sin duda uno de muchos vídeos Betamax que poco a poco fueron quedando relegados en detrimento del VHS hasta quedar casi totalmente borrados de la faz de la tierra como aquel famoso formato “Vídeo 2000” ¿Os acordáis?