Hoy nos vamos hasta el año 1987 para recordar una de las mejores películas de la segunda mitad de los ochenta, Wall Street. La dirigió Oliver Stone y está protagonizada por Michael Douglas, Charlie Sheen y Daryl Hannah, aunque el reparto pudo cambiar porque Stone pensó que quienes mejor encajarían en los papeles protagónicos eran Richard Gere y Warren Beaty. Además Tom Cruise quiso un papel, pero en este caso Charlie Sheen se le adelantó.

La trama se centra en Bud Fox, un bróker principiante que intenta ir abriéndose paso en el difícil mundo de la economía de Wall Street. Fox trabaja en una empresa y en sus ratos libres intenta conocer por todos los medios a uno de los pesos pesados de las inversiones a quien admira profundamente, Gordon Gekko.

Michael Douglas y Charlie Sheen, los protagonistas

Después de haberle conocido, Gekko decide contratar a este prometedor joven, quien descubre todos los entresijos del mundo del dinero, repleto de diversión, excesos y lujo. Pero poco a poco se va dando cuenta que a quien tanto admira es un nombre carente de escrúpulos y a quien únicamente le importa el dinero y no duda en hacer cualquier cosa para conseguir siempre más y más.

A partir de este momento, cuando Bud Fox se encuentra en la tesitura de aceptar una atractiva operación donde puede obtener importantes beneficios, pero éste infringe las reglas éticas y decide no aceptar la operación, pero lo que hace es sacar a la luz el engaño que Gordon Gekko usaba para conseguir su dinero.

Con esta película Michael Douglas se cubrió de gloria haciéndose con el Oscar de 1988 al Mejor Actor Principal, Globo de Oro de 1988 y otros premios como David di Donatello, el Nastro d’Argento o el National Board of Review entre otros.