Si quieres dar un toque diferente a tu casa o a tu habitación y dejar tu propia impronta ochentera aquí te vamos a ofrecer unos cuantos consejos para que tu rincón preferido de la casa o incluso la casa entera sea como las que pudiste ver en las muchas películas o series de nuestra década favorita.

Como decía el ya desaparecido Joaquín Luqui: “tú y yo lo sabíamos”, los ochenta vienen y van y vuelven a venir, como los peces del villancico, y la decoración así como la estética ochentera vuelve a estar muy de moda, tan solo hay que ir por la calle y ver cómo gente que no pertenece a esa generación llevan una estética de lo más vintage 80’s.

Los colores son algo muy a tener en cuenta y si no puedes ponerte a pintar la habitación con ese color chillón que tanto te gusta, siempre puedes hacer combinaciones con paredes, dejando algunas en blanco para que la estancia respire y no resulte demasiado estridente. Puedes probar con azules, rosas, naranjas y verdes eléctricos y con el blanco, que siempre casa con todo.

Aspecto de lo que podría ser tu habitación

Si no puedes pintar siempre puedes recurrir a los posters de películas, grupos musicales, actores o actrices de la época, en tamaño bien grande, algo que es fácilmente localizable en Internet. Los discos de vinilo son también otra buena opción para la decoración, siempre que sean tuyos claro… seguro que a tu hermano o hermana no le gustará que los estropees.

Las tiendas de antigüedades o las vintage siempre son un buen recurso a la hora de buscar productos de los ochenta que den ese toque tan especial que quieres poner en casa. Las lámparas son un buen aliado para dar esa iluminación que quieres a tu estancia preferida, lámparas con espejos, de personajes de películas o cantantes de los ochenta son una buena opción.

Estos son solo algunos pequeños consejos para crear ese ambiente ochentero en casa, donde también se pueden usar los conocidos smileys de finales de los ochenta, un pinball (si te sobra el dinero y espacio, aunque esto último es lo de menos) algunas miniaturas de coches o motos, ordenadores antiguos, colecciones de cromos y un largo etcétera para que también tengas tu propia máquina del tiempo en tu casa.