Son muchos los amantes del cine a los que les gustan las películas de ciencia ficción y la década de los ochenta fue un verdadero hervidero de películas galácticas, de aventuras en templos olvidados y de superhéroes entre muchas otras. Y de superhéroes voy a hablar con una película que bebía directamente de otro clásico del que hablaré próximamente, Superman.

Pero esta que os traigo en esta ocasión tiene varias características muy curiosas y la principal es que fue la primera y única película de superhéroes hecha en España, la cual se vendió en un país tan “exigente” (cinematográficamente hablando) como Estados Unidos.

¡¿Qué?! ¡No puede ser! Pues sí, hay una película española de esta clase. Se llamaba Supersonic Man y fue lanzada en 1980. Estaba dirigida por Juan Piquer Simón, quien falleció tristemente a principios de este año, y quien en los créditos (por eso de vender en el extranjero pero sin dejar de lado su nombre) aparecía como J.P Simon.

No era un principiante en esto de las aventuras por el extranjero dado que también en Estados Unidos tuvieron un buen éxito comercial otras películas como Mil gritos tiene la noche o Slugs: Muerte viscosa. ¿Acaso pensabais que no eran películas españolas?

El inigualable Supersonic Man

Supersonic Man tenía una trama hoy en día muy trillada, pero de aquella era lo más moderno. Un doctor loco rapta a un importante científico, interpretado por José María Cafarell (quien siete años más tarde interpretaría al Profesor Poopsnagle, de quien ya hablamos aquí hace cierto tiempo y que también fue padre de Carmen Cafarell, exdirectora de RTVE). La finalidad de este doctor era pues… la de todos los malos, dominar el mundo.

Pero desde el otro confín de la galaxia todo estaba vigilado por las fuerzas del bien, quienes envían a nuestro planeta a Supersonic Man para ayudarnos. Un superhéroe un tanto atípico que vestía con ropa muy parecida a la de Superman y lucía un poblado bigote que desaparecía cuando se convertía en Supersonic Man tras haber dicho frente a su reloj especial (y espacial): ¡Que la fuerza de las galaxias sea conmigo!

Durante sus aventuras se enamorará de la hija del científico y finalmente decide quedarse en la Tierra para vivir con ella, no sin antes haberse deshecho del reloj lanzándolo por la ventana. Curiosamente no se destruye sino que le cae a un borrachín, quien es abducido a su planeta (ja ja ja, menuda sorpresa se llevarían allí arriba).

¿Alguien vio esta película tan kitch y retro?