Como cada día nos montamos en nuestra particular máquina del tiempo para transportarnos al mundialístico año 1982, fecha en la que se editaba Sueño del Fevre, una novela de vampiros escrita por George R.R. Martin en la que nos sitúa en el año 1857, pero no en la zona de Transilvania como suele ser habitual, sino en la zona del río Mississipi.

Nos cuenta la historia de Abner Marsh un malencarado capitán de barco, quien está pasando por uno de sus peores momentos económicos de su vida. Pero todo parece que iba a cambiar cuando Joshua York, un acaudalado caballero requiere de sus servicios y le promete la financiación de un estupendo barco de vapor que cualquier otro que se haya visto en la historia de ese río.

Marsh acepta y tras un tiempo el sueño se hace realidad y el señor York quiere que éste sea su capitán. El barco recibe el nombre de Sueño de Fevre y se pasa el tiempo yendo de un lado a otro del Mississipi hasta que la tripulación comienza a sentir un ambiente ciertamente extraño dado que tanto York como sus amigos jamás salen de sus camarotes durante el día.

Portada del libro

Las sospechas de que algo raro está pasando comienzan a hacerse más frecuentes y el capitán decide investigar el camarote de York cuando éste no se encuentra en él y descubre recortes de periódico donde se detallan extrañas muertes. Abner se reúne con York para que le explique la situación y éste le responde que son cazadores de vampiros y que están usando el barco como base de operaciones.

Finalmente confiesa que él y sus amigos son los vampiros y que ha diseñado una poción que controla la sed de sangre de los vampiros y que tanto él como el grupo se encuentran en una cruzada para poder ayudar a los demás vampiros a liberarse de esa sed y de matar a humanos para saciarla.

Todo esto llega a oídos de Damon Julian, un poderosísimo vampiro de Nueva Orleáns y decide atacar el Sueño del Fevre con su propio séquito de vampiros para impedir que Joshua York cumpla su cometido de salvar a los vampiros. Finalmente consiguen hacerse con el barco y dejan a Abner en tierra y capturan como esclavo a York.

El tiempo pasa y abner pasa años obsesionado con el barco y decide gastar todo su dinero en recuperarlo pero se ve frenado por la Guerra de Secesión, donde serviría como oficial hasta que años después, recibe una carta de York pidiendo ayuda para enfrentarse a Damon Julian y poder seguir con su plan.

No desvelaré el final para no estropearos la lectura de este apasionante libro que os recomendamos desde nostalgia80.com