sorry

Hoy día de Reyes Magos quiero compartir con todos vosotros algo muy común en este día, un juego de mesa, pero no un juego de mesa de los años ochenta sino de 1929, aunque tuvo tanto éxito que se ha seguido vendiendo durante décadas, sobre todo en los ochenta, una de las décadas donde los juegos de mesa estuvieron más de moda. Se trata de Sorry!, un juego que se basa en otro muy antiguo llamado Cross and circle Parchis.

En sus inicios estaba fabricado por Parker Brothers y con el paso del tiempo fue la juguetera Hasbro la que se hizo con sus derechos y comercialización y así hasta nuestros días.

¿De qué trata este juego?

El objetivo principal es convertirse en el primer jugador en conseguir finalizar las cuatro misiones correspondientes al color asignado. En este caso los peones se mueven en una dirección aunque si el desarrollo del juego así lo indica se pueden mover hacia atrás.

El tablero es un cuadrado dotado de un camino de casillas alrededor y cada una de las fichas de los jugadores tiene asignado un lugar en el tablero y en él se colocan las cuatro fichas que tiene cada jugador. Hay ocho tramos para mover las fichas y en la parte central encontraremos dos espacios para colocar las cartas, un mazo para robar y otra para crear una pila de descargas. En las esquinas encontraremos un círculo de fuego

Este disco de fuego tenía dos poderes especiales. Podíamos adelantar hasta la próxima casilla de un círculo de fuego o si llegábamos a la salida con el círculo de fuego podíamos adelantar otra de nuestras cuatro fichas hasta la meta. Pero también nos encontraremos con discos de hielo, que podían hacer que una ficha quedase “congelada” y no podría moverse, ni intercambiada, pero tampoco podía ser comida por el adversario.

Las cartas contaban con instrucciones diferentes como adelantar espacios, retrasarlos, dividir un adelantamiento en dos partes, etc., de esta forma se podía hacer que nuestros contrincantes perdiesen un tiempo y tiradas muy valiosas para llegar a la meta y ganar la partida.

También podíamos saltar nuestras fichas, chocar, movernos más rápido o incluso encontrarnos con la carta Sorry para hacer que el oponente elegido regrese a la salida o retrocediese determinados espacios. Sin duda un juego muy entretenido para jugar entre la familia o los amigos. ¿Lo recordáis?