Seguimos inmersos en el mundo de las recreativas y dejamos el shoot’em-up de ayer para retroceder dos años e ir a por un verdadero beat’em-up y una de las novedades de 1984 en todos los salones recreativos, estoy hablando de Punch Out, uno de los conocidos lanzamientos de la japonesa Nintendo, en una máquina caracterizada por dos pantallas en vertical, al más puro estilo Dragon’s Lair.

En este juego debíamos asumir el rol de un aspirante a campeón de boxeo y tendríamos que enfrentarnos a verdaderas rocas si queríamos hacernos con el cinturón que nos acreditase como campeones. Una de las características principales era el aspecto de nuestro jugador, siempre le veríamos desde atrás y carecía completamente de textura, simplemente veríamos un Hex o red que se usa mucho en el modelado 3D, a excepción de su pelo, que éste sí tendría textura.

Aspecto de la máquina y la pantalla superior

Como todo boxeador podríamos esquivar (o al menos intentarlo) los golpes del contrincante, así como subir o bajar la guardia. Tendríamos una barra de energía al igual que irá bajando a medida que recibiéramos golpes y según íbamos golpeando a nuestro oponente con golpes exitosos, bien fueran directos, crochets o ganchos, tanto de izquierda como de derecha, en la parte superior de la pantalla podríamos ver una barra que iría subiendo hasta llegar a la palabra K.O.; en el momento que la palabra se iluminase podíamos usar el Uppercut, el terrible golpe de nuestro jugador y esperar a que el oponente lo encajase y así bajar gran parte de su energía.

Pizza Pasta, uno de los luchadores más duros

La única forma de ganar era mediante el K.O. (knock-out) y el juego consistía en un único asalto, donde si se acaba el tiempo, seremos nosotros los perdedores, así que debemos ir rápido en nuestro camino hacia el cinturón de campeón. Nos enfrentaremos a seis boxeadores de todos los rincones del mundo (en orden de aparición) Glass Joe, Piston Hurricane, Bald Bull, Kid Quick, Pizza Pasta y Mr. Sandman.

Una vez nos hubiéramos hecho con el campeonato, volveríamos a empezar pero con la dificultad incrementada, así hasta que, obviamente, perdiésemos. Y una de las cosas que más gracia me hacía era cuando te quitaban toda la energía y perdías, dado que el oponente se acercaba a la pantalla y se reía de una forma muy simpática. ¿Os acordáis de este juego?