Allá por 1988 irrumpía en el mercado internacional musical un tema de esos que o lo odias o te gusta en demasía. Este tema tenía algo muy diferente a los que se escuchaban en las emisoras de radio convencionales, estaba cantado en hebreo y la verdad que tenía su toque exótico y gozó de un reconocido éxito.

¿Quién se escondía tras esta cantante? Batsheva Ofra Haza y el tema al que hacía referencia se titulaba Im Nin’alu, una de las canciones del verano de aquel año. Ofra Haza nació el 27 de noviembre de 1957 en el seno de una familia judía de Yemen que habían emigrado a Israel y desde muy pequeña siempre había tenido un don especial para cantar y para el teatro, donde la afición le llegó de joven, con doce años ya actuaba en un grupo de teatro en su ciudad.

Una de las portadas donde aparecía el éxito Im Nin’alu

Como era costumbre (y ley) sirvió durante dos años en el ejército, algo que la tuvo apartada de su gente y de lo que estaba acostumbrada a hacer, cantar. Esta experiencia fue algo que aumentó más sus ganas de grabar un disco, hasta que poco después de abandonar el servicio militar, pudo hacer y obtuvo un gran éxito en todo Israel.

Una de sus características principales a la hora de cantar fue su increíble facilidad a la hora de interpretar sus temas en diferentes idiomas. Ofra hablaba hebreo, arameo, árabe, inglés, español y francés y gracias a este don de lenguas pudo grabar su disco “Libéranos” en nada menos que 17 idiomas.

Algo que caracterizó y mucho a esta cantante fue que logró fama internacional sin haber llegado a interpretar ninguno de sus temas en otros idiomas que no eran hebreo o arameo, algo que llenó de satisfacción a todos los israelitas y que sorprendió tanto a críticos como a los más melómanos, sobre todo porque en toda su carrera obtuvo 16 discos de oro y platino, algo realmente increíble para una cantante que interpretaba sus temas en estos antiguos idiomas y que había cosechado prácticamente todo su éxito en nuestra década favorita.

Ofra Haza poco tiempo antes de morir

Entre sus trabajos más importantes destaca la canción “Jai” con la que ganó el segundo puesto en el Festival de Eurovisión de 1983, su disco titulado “Yemenite Songs” basado en los poemas de un rabino en 1985, su éxito Im Nin’alu de 1988, la nominación a los Premios Grammy de 1992 con su disco “Kyria” o la actuación en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz en 1994.

Desgraciadamente en 1998 Ofra contrajo el virus del SIDA, aunque jamás lo hizo público y a pesar de todo el dinero que tenía, nada se pudo hacer por salvarla y fallecía el 23 de febrero del 2000. Son 30 los discos que nos ha dejado como legado este susurro del viento que se fue sin hacer ruido, como a ella le gustaba decir.