Hoy me he levantado con una noticia que ha hecho que el día se torne más gris aún, la pérdida de una persona muy apreciada no solo en el mundo del fútbol sino en el deportivo en general. Manuel Preciado, ex entrenador del Real Sporting de Gijón y que mañana mismo iba a ser fichado por el Villarreal para intentar ascenderlo tal como hizo con el Levante y el Sporting, ha fallecido a causa de un infarto.

El próximo 28 de agosto hubiera cumplido 55 años, pero la vida no lo permitió. Desde 2002 sufrió tanto dentro como fuera de los terrenos de juego, especialmente fuera; ese mismo año su mujer fallecería a causa de un cáncer de piel, dos años después su hijo de 15 años en un accidente de moto y hace poco tiempo su padre atropellado.

Quizá no destacó por ser un gran jugador pero por donde pasó dejó huella. Como buen cántabro se inició en las categorías inferiores del Racing de Santander, debutando con el primer equipo en 1978, equipo donde estaría hasta el mundialístico año español de 1982.

Te echaremos de menos Manolo

Posteriormente se iría a las filas del Linares, donde militaría desde 1982 hasta 1984, después iría al RCD Mallorca para la temporada 84/85; el Alavés sería su siguiente equipo para la temporada 85/86, después ficharía por el CD Ourense para la temporada 86/87 y finalmente se retiraría del fútbol en activo como jugador en el RS Gimnástica de Torrelavega, en su casa, donde jugaría entre los años 1987-1992.

Los más aficionados al fútbol le recordaréis como jugador, pero otros también le recordaremos por ser genuino, por no tener pelos en la lengua y por su gran corazón y nobleza; en definitiva, por ser un buen “paisano”. Te echaremos de menos Preciado, descansa en paz.