Volvemos al mundo de la literatura con un género que me apasiona, el espionaje, y en esta ocasión recordamos una publicación de 1980 titulada “La segunda dama”, una novela del escritor Irving Wallace que cuenta con una trama de intriga con pinceladas de espionaje y sexo en el marco de la Guerra Fría.

Esta novela está protagonizada por dos atractivas mujeres que quien las viese juntas podría llegar a pensar que son hermanas gemelas pero nada de eso, ninguna guarda conexión entre sí e incluso nacieron en partes totalmente opuestas de la Tierra, pero eso sí, son como dos gotas de agua, totalmente idénticas.

Gracias a ello se comienza a pergeñar un plan para reemplazar a una por la otra, pero… ¿por qué? Una de ellas es la primera dama de los Estados Unidos, Billie Bradford, esposa del presidente Andrew Bradford, quien tendrá que ser remplazada por su alter ego clónico, la actriz soviética Vera Vavilova, quien además trabaja para el temido servicio secreto de inteligencia soviético, la KGB.

Portada del libro de Irvin Wallace

El intercambio de las damas se lleva a cabo durante una importante cumbre entre ambas naciones que servirá para decidir el futuro de una nación africana con una disputa interna pero que a su vez cuenta con una importante cantidad de uranio radiactivo en su subsuelo, algo por lo que cualquier país no dudaría en matar (en secreto).

Finalmente y tras diversas acciones, las damas son intercambiadas y todo parece haber salido a la perfección dado que ni su propio marido percibe cambio alguno pero las dudas comienzan a surgir cuando Guy Parker, biógrafo de la primera dama, comienza a investigar así como la asistente personal de Billie, Nora Judson, los cuales tendrán que ser extremadamente inteligentes para desbancar el maléfico plan de la KGB.

¿Podría un escritor y una asistente desenmascarar una trama urdida por el más temible servicio secreto?