En 1983 aparecía en España uno de los videojuegos más famosos de aquel año. En otros países y sistemas diferentes se llamó “Roland in the Caves”, en otros “Booga-Boo” y en España más informalmente como “La Pulga”. Corría en el ya vetusto Spectrum de 48k y fue la sensación del momento ¿Os acordáis?

La verdad que era un juego muy simple y podemos pensar que en la sencillez estaba la clave de su éxito, pero tampoco se podía pedir mucho a las máquinas de aquella época, era o eso o nada, y lo de pensar en gráficos en 2D era un futuro muy lejano.

En cada versión del juego la trama variaba un poco pero todo se centraba en lo mismo. La pulga llegaba al planeta Cebolla-7 a bordo de una sonda espacial averiada y deberíamos intentar escapar de las cuevas donde nos caímos e intentar salir al exterior.

Una de las pantallas de este arcáico juego

Pero la cosa no será fácil, dado que Cebolla-7 es un laberinto de diferentes cavernas donde el único enemigo que encontraremos es un malvado pterodáctilo que intentará una y otra vez devorarnos, así que tendremos que tener nuestros reflejos alerta y esquivar sus embites a la par que intentamos escapar de las cavernas.

Hacia arriba, esa es la dirección que siempre deberemos tomar para escapar, pero tendremos que evitar, además de a nuestro enemigo, los peligrosos salientes de las rocas o las ramas, o de lo contrario caeríamos al fondo de la cueva y tendríamos que volver a empezar de nuevo.

Creo que tuve la oportunidad de jugar a este juego en una exposición que hizo Investrónica en mi ciudad y que me quedé como un tonto esperando finalizar una sola pantalla, cosa que nunca conseguí. ¿Y vosotros?