En el año 1985 ganó su primer torneo profesional, el Abierto de Japón, con tan solo 15 años. En 1988 se hizo con el Masters en el Madison Square Garden de Nueva York ante la sorpresa y asombro de los presentes, quienes la ovacionaron durante un buen rato, algo que se volvería a repetir pasados ya unos años, en 1994.

En 1988 consiguió una hazaña aún mayor, la única medalla de plata para Argentina en los Juegos Olímpicos de Seúl, algo que le reportó muchísima más fama y categoría como persona y tenista, algo que ya no se volvería a repetir en otras olimpiadas donde participó, en Atlanta ’96, donde cayó en octavos de final.

En el 90 ganó el Abierto de Estados Unidos, siendo su única victoria en un Grand Slam y lo hizo a lo grande, derrotando a la todopoderosa Steffi Graff y dejando por el camino a Kathy Jordan, Isabelle Demongeot, Sabine Appelmans, Helena Sukova, Leila Meskhi y a Mary joe Fernández.

Una de sus últimas competiciones

En su carrera se hizo en cuatro ocasiones con el Abierto de Roma y su mejor ubicación en el ranking de la WTA fue el tercer puesto que mantuvo durante 149 semanas durante 1989. De los 213 torneos que disputó se hizo con 27, fue finalista en 28, semifinalista en 57 y en cuartos estuvo en 39 ocasiones.

Su palmarés cuenta con 632 partidos ganados, 189 perdidos y la suma de dinero acumulada llegó a los 8.785.850 dólares. Desde el año 1987 estuvo ente las diez primeras del ranking mundial y su retirada se produjo en 1994 cuando consiguió su vigésimo sexto título oficial tras ganar el Masters femenino de Estados Unidos.

Una corta carrera deportiva pero con un palmarés envidiable.