Sin lugar a dudas, los ochenta fueron unos años donde pudimos ver infinidad de automóviles que parecían todos sacados de la misma fábrica, algo que no suele ocurrir hoy en día con la inmensa cantidad de marcas que podemos ver en el mercado. Pero cada coche de los ochenta era algo especial y seguro que para muchos de vosotros es algo que os evoca alguna clase de recuerdo. Vuestro primer coche, el coche de vuestro padre o vuestro primer beso por ejemplo.
Para todos aquellos vamos a recordar hoy un coche que no tuvo un especial éxito en España pero sí que gozó de cierta fama en muchos de los países donde fue comercializado. Estoy hablando del Ford Granada Ghia. ¿Cómo se promocionó en nuestro país? Pues fue algo así:
“Todo en el Ford Granada Ghia es admirable. Desde su diseño, todo un signo de lujo, elegancia y distinción, hasta su potente motor de 2.800cc de inyección. Altas prestaciones con la seguridad de tener un gran coche”.
Este era el anuncio del Ford Granada
“Su interior une el confort del aire acondicionado, el cálido tacto de las aplicaciones en maderas nobles y los avances tecnológicos en equipamiento. Ordenador de viaje con doce funciones. Elevalunas, retrovisor y techo solar accionados eléctricamente”.
“Y lo más admirable de todo: el Granada es el coche de gran lujo cuyo precio le proporcionará una agradable sorpresa. Disponible en motores de gasolina de 2.3l y 2.8l inyección y diesel de 2.5l, versiones sedán y familiar. Terminacion GL y Ghia. Ford Granada, para el que sabe”.
Yo creo haberlo visto dos o tres veces en movimiento, pero siempre lo vi aparcado al lado de mi casa y pude comprobar cómo era por dentro, y la verdad es que parecía muy cómodo, aunque con los asientos tan blandos… en un viaje de muchos kilómetros podía dejarte la espalda como un ocho.
¿Alguien sabe más de este coche? Podéis animaros y compartir vuestras experiencias con él en los comentarios.
Con años de retraso voy a dar mi opinión. El Ford Granada me encantaba. Lo tenía el padre de un amigo mío y en los primeros ochenta era un cochazo. La parte trasera era muy amplia, con un asiento que parecía un sofá. Comodísimo y con una gran distancia hasta el asiento delantero. Nunca hice un viaje largo en él, así que no sé si ese sofá de la parte trasera pasaría factura. En aquella época el aire acondicionado, eleva lunas eléctricos… eran poco frecuentes y yo flipaba. También me llamaba mucho la atención la radio. No sé si era la de serie o la puso el padre de mi amigo, pero tenía toda una novedad para la época: tocabas un botón y buscaba automáticamente las emisoras. Tardó bastantes años en generalizarse eso en las radios de los coches. Viéndolo ahora parece muy cuadrado, pero entonces la línea me gustaba.
En 1984 aún no había nacido, pero sí que recuerdo este coche en mi infancia por las calles (principios de los noventa). Aunque por aquella época creo que quien ya reinaba en ese gama del lujo era el Scorpio. Aunque tampoco estoy seguro de si encajaba mejor con la rama del Orion.